Francia
Francia, un país abrumado
-¿Cómo un delincuente común acaba convertido en un terrorista yihadista?
-No existe un perfil único, sino diverso. Pero si miramos los últimos ataques yihadistas cometidos en Francia desde 2014 vemos puntos en común: los terroristas pertenecen a la segunda generación de inmigrantes procedentes de países musulmanes. Todos presentan antecedentes criminales y muchos han estado en la cárcel. Es en prisión donde muchos se radicalizaron, aunque otros lo hicieron desde internet o en las mezquitas extremistas. Redouane Lakdim estuvo arrestado varias veces pasó un mes en la cárcel en 2016. Sabemos que estaba involucrado en una red salafista; además, estaba en contacto con el crimen organizado. El suyo es un perfil mixto: entre la criminalidad y el yihadismo.
-¿Se puede prevenir mejor este tipo de ataques?
-Se puede, pero no hay soluciones mágicas. Francia ha hecho un tremendo esfuerzo para integrar los servicios de inteligencia y evitar ataques. De hecho, en el último año se abortaron 20 atentados. El documento oficial para la Prevención de la Radicalización Terrorisa (FSPRT) habla de 20.000 extremistas islamistas fichados, de los cuales 4.000 son muy peligrosos y están siendo vigilados por la policía y los servicios de inteligencia. Actualmente hay 25.000 personas que se dedican a luchar contra el terrorismo islámista en Francia. Es mucho pero no es suficiente porque sólo para seguir a uno solo se necesitan como mínimo 10 personas. Para prepararse mejor, Francia está observando de cerca a otros países que se enfrentan al terrorismo, especialmente puede aprender de Israel, donde los ataques terroristas forman parte de la vida diaria.
-¿Cómo está gestionando Macron el primer ataque terrorista de su presidencia?
-Este ataque se produce después de que el ministro de Interior anunciara un plan nacional para luchar contra la radicalización después de que los otros tres previos fracasaran. Nada más llegar, Macron creó dentro del Elíseo un nuevo centro de contraterrorismo y Francia aprobó leyes más duras contra el terrorismo. Ahora, la oposición dice que ese centro no ha funcionado y le acusan de subestimar la amenaza terrorista al haber levantado hace tiempo el estado de emergencia. Macron ha reconocido que algo falló y que se necesita más y mejor cooperación entre las instituciones para combatir el terrorismo y reforzar la resistencia nacional.
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