Política

Terrorismo yihadista

Un sangriento atentado contra los hutíes sacude el proceso de paz en Yemen

MUUn sangriento atentado contra una concentración de protesta del movimiento chií de los hutíes hoy en Saná, que provocó la muerte de al menos 47 personas, ha desequilibrado el ya de por si frágil acuerdo de paz firmado entre el Gobierno yemení y los rebeldes el pasado septiembre.

La deteriorada relación entre los hutíes y las autoridades locales ha producido en las últimas semanas de periodos de tensa calma y de choques armados.

El ataque de hoy tiene lugar dos días después de que se malograra la elección de un nuevo primer ministro propuesto por el presidente yemení, Abdo Rabu Mansur Hadi, y que fue rotundamente rechazado por los hutíes de Ansar Alá.

Hoy, los chiíes habían vuelto a salir a las calles de la capital en respuesta a la llamada lanzada por su líder Abdelmalek al Huti, quien acusó anoche a Estados Unidos de influir en el nombramiento, el martes, del nuevo primer ministro.

En consonancia con su máximo dirigente, los participantes en la protesta denunciaron también “la injerencia extranjera” en los asuntos de Yemen.

Durante la concentración, un suicida hizo estallar el cinturón de explosivos que llevaba adosado al cuerpo frente a un puesto de seguridad de las milicias hutíes que controlaban el acceso de los manifestantes a la plaza Tahrir donde se celebraba el acto.

En una nota, los hutíes apuntaron que la explosión causó además 150 heridos, de los que unos cuarenta se encuentran en estado grave.

El movimiento chií, además, tildó el ataque de “criminal y cobarde”, y lamentó que se hubiera perpetrado contra una manifestación de “defensores de la libertad” que se rebelan contra una decisión política y rechazan “la dominación extranjera”.

Además, aseguró que este tipo de prácticas “agresivas e inhumanas” ponen de manifiesto los motivos por los que los hutíes insisten en tomar sus propias políticas y proteger su revolución.

Los chiíes de Yemen pidieron, en un comunicado, que se aplique el acuerdo de paz, que estipula la designación de un nuevo ejecutivo con presencia hutí entre sus ministros.

En este sentido, subrayaron que “este crimen” pone a todas las fuerzas políticas, sociales, intelectuales, académicas y gubernamentales ante la “responsabilidad histórica y nacional” de lograr un consenso.

Por eso, urgen a formar el nuevo gobierno yemení y a trabajar “seriamente” para el éxito de sus funciones con el objetivo de preservar la seguridad, la estabilidad, la soberanía y la dignidad de Yemen.

Este es el primer ataque suicida dirigido contra los hutíes en Saná desde que impusieron su control sobre varias zonas de la capital, el pasado 21 de septiembre, tras cuatro días de lucha armada contra las fuerzas gubernamentales.

Se trata también del mayor atentado suicida en la capital desde mayo de 2012, cuando un terrorista atentó contra unos soldados durante un desfile militar, lo que provocó la muerte de un centenar de personas. Dicho ataque fue reivindicado por Al Qaeda.

Según la agencia estatal de noticias Saba, Mansur Hadi condenó el ataque y lo tildó de “atentado terrorista cobarde” durante un encuentro en Saná con embajadores de los diez países que impulsan la transición en Yemen desde 2011, cuando fue derrocado el entonces presidente, Ali Abdulá Saleh.

Mansur Hadi afirmó que este tipo de “crímenes brutales y atroces son incompatibles con los valores de la religión islámica” y solo demuestran la cara del terrorismo que busca derramar la sangre de gente inocente.

Saba explicó que Mansur Hadi informó a los representantes de los países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), de la Unión Europea, EEUU y Gran Bretaña, sobre las consultas que se han retomado para elegir un primer ministro, después de que el candidato Ahmed Ben Mubarak fuera rechazado por los hutíes.

El presidente yemení les explicó a los diplomáticos que busca “evitar el desastre de un enfrentamiento y una guerra civil sin sentido”.

Por el momento, ningún grupo ha reivindicado el atentado de hoy, pero Al Qaeda protagoniza desde hace semanas una campaña contra los chiíes y ataques contra el Ejército, al que acusa de simpatizar con los hutíes.

Por otro lado, al menos veinte soldados yemeníes murieron hoy y otros trece resultaron heridos en un ataque con coche bomba reivindicado por la red terrorista Al Qaeda contra un cuartel militar en la provincia de Hadramut, en el este de Yemen.