Peronismo
La victoria de Milei deja al independentismo catalán sin uno de sus principales aliados
La nueva vicepresidenta de Argentina aseguró que "Cataluña es España" y que en el 'procés' "votaron algo ilegal"
El Gobierno autonómico de Cataluña ha admitido la "mala noticia" que para sus intereses independentistas constituye la llegada de Javier Milei a la presidencia de Argentina, del que, aseguraron, nunca podrán ser "aliados".
Un recelo que coincide con el que ha mostrado el equipo del expresident Carles Puigdemont. El jefe de su oficina, Josep Lluís Alay, certificó que al independentismo se le "viene trabajo con el nuevo gobierno argentino" en un tuit que incluye imágenes de mensajes recuperados del perfil de Twitter de la segunda de Milei, Victoria Villaruel, a la que que calificó de "catalonofoba".
La nueva vicepresidenta argentina defendió en 2017, año en el que se celebro el juicio del 'procés', que los políticos implicados no quedaron "expuestos, es la legalidad" porque "votaron algo ilegal" y "deben sufrir las consecuencias". Tres años más tarde, en 2020, mostró su preferencia por Madrid porque "no hay catalanes" en un nuevo tuit que acabó con un "Cataluña es España".
El gobierno regional de Pere Aragonés se desmarco de las "fuerzas reaccionarias y populistas" que representa la candidatura libertaria y ganadora de Javier Milei, al tiempo que no ocultó su preocupación por la derrota del candidato peronista Sergio Massa que lideró en estas últimas presidenciales un proyecto con el que en los últimos años han mantenido distintas alianzas.
El pasado marzo el propio presidente autonómico, PereAragonès, voló hasta Buenos Aires para inaugurar la nueva delegación del Govern en el Cono Sur que representará a la región española en Argentina, Chile, Uruguay y Paraguay con una delegación que encabeza Josep Vives.
"Hemos encontrado la misma solidaridad y apoyo y oportunidades y estima que en su momento encontró el presidente Macià", aseguró en aquel momento en referencia ala vista del republicano Francesc Macià realizo justo antes de ser nombrado titular de la Generalitat durante la II República.
En 2017, por ejemplo, la entonces presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, afeó al Gobierno de Mariano Rajoy las imágenes que se vieron durante la operación policial que bajo mandato judicial se desarrolló el 1-O.
"Hubo un manejo muy malo del gobierno central. Las imágenes de guardias civiles con el rostro tapado tomando de la ropa a mujeres y arrojándolas por las escaleras, heridos y represión realmente nos remiten a épocas que deberíamos superar", llegó a decir en una clara crítica Kirchner.
Puigdemont, por su parte, se refirió en 2014 a la "decencia" del gobierno de Argentina para contraponerla con el "hedor de las cloacas" de Moncloa.
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