Contraofensiva
Zelenski confirma la llegada a Ucrania de los primeros tanques Abrams
Estados Unidos envía los carros de combate semanas antes de lo previsto para impulsar la contraofensiva
«Los Abrams ya están en Ucrania y se preparan para reforzar nuestras brigadas», anunció el lunes Volodimir Zelenski en su cuenta de Telegram. El presidente de Ucrania confirmaba así las «buenas noticias del ministro [de Defensa, Rustem] Umerov», aunque evitaba concretar el número de unidades de las que dispone el Ejército ucraniano.
En cualquier caso, ya están disponibles los primeros carros de combate de fabricación estadounidense con los que se había comprometido el pasado mes de enero el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, con quien Zelenski se reunió en la Casa Blanca hace tan solo unos días.
De hecho, el propio Biden confirmó entonces que esta semana llegarían «los primeros tanques» del total de 31 que figuraban en el lote, equipados con municiones de uranio empobrecido, que pueden perforar los vehículos blindados pero que, al mismo tiempo, conllevan riesgos tóxicos para los militares y su población.
El líder ucraniano agradeció a los aliados y en especial a Washington «por las promesas cumplidas». Los tanques habían llegado «varios meses antes de lo previsto inicialmente y justo a tiempo para que Kyiv los pueda usar para la contraofensiva», según The New York Times. El rotativo estadounidense garantiza que llegarán más en los próximos meses hasta completar el lote.
Los M1 Abrams llegan en un momento determinante para el éxito de la contraofensiva, aunque la logística impedirá su uso inmediato. El Ejército ucraniano apura las últimas semanas antes de la llegada del mal tiempo para avanzar hacia el sur de la región de Zaporiyia, escenario de los combates más cruentos de todo el frente, informa la Agencia EFE.
En este sentido, el jefe de la inteligencia militar ucraniana, Kyrylo Budanov, ha advertido de que los Abrams tendrían que desplegarse «de forma muy personalizada, para operaciones muy específicas y bien diseñadas», o correrían el riesgo de ser destruidos. «No vivirán mucho tiempo en el campo de batalla. Hay que utilizarlos en esas operaciones de ruptura, pero muy bien preparados», reconoció en una entrevista con el portal The Drive.
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