Seas de té o de café estos son los motivos por los que necesitas azúcar

El té o el café tienen su ciencia. Y, en general, no tenemos ni idea. Maestros y baristas son conocedores de una auténtica y extensa teoría al respecto. Hemos tenido la oportunidad de charlar con el maestro Fang Mu, en el showroom de Amaté, sito en el número 6 de la calle Argensola de Madrid. Flor Bercianos, socia fundadora, nos abrió las puertas del espacio para tomar un té de verdad y lo cierto es que ¡nunca habíamos probado nada igual! Fang Mu nos reveló cuáles son los errores que solemos cometer a la hora de preparar un té en casa. Te mostramos algunos de ellos:

• Las teteras no se lavan con jabón: solo se aclaran con agua y si se quieren blanquear se emplea pasta de dientes.
• Para preparar un buen té no todas las aguas valen: debemos usar agua mineral o de buena calidad.
• Tan malo es usar mucho té como usar poco: hay que usar la medida justa porque es la única manera de que el té no amargue. Un buen té nunca necesita azúcar. Por eso las cucharas de medida son un instrumento esencial para los amantes del té.
• No tenemos en cuenta la temperatura del agua: lo primero que hay que hacer a la hora de preparar un buen té es calentar la tetera a 100 grados.
• No debemos usar teteras con colador: las hojas, como dice el maestro, "tienen que bailar porque así sus aromas se expresan mejor".

Todas estas lecciones y otras muchas las comunica el maestro cada quince días en las ceremonias del té que Flor organiza en Amaté. El precio de la entrada es de 30 euros y el aforo es limitado. Es un estupendo plan para hacer con amigas. ¡Además todo se sirve en una característica y mágica vajilla que nos hace comprender lo especial del momento de tomar el té! Si te apetece desconectar del bullicio de la ciudad y relajarte aprendiendo técnicas ancestrales, tienes una cita en Amaté.

Con el café también solemos cometer muchos errores. ¡Y los cometen también en muchas cafeterías! En el marco del evento de presentación de las nuevas cafeteras de una de las firmas de electrodomésticos más conocidas del entorno doméstico, Breville, hemos tenido el placer de conocer a Adrián Fernández, Campeón de España Brewers 2017 SCA y Mejor Barista España 2014 Fórum. Fernández nos preparó el café más rico que hayamos probado jamás gracias a la nueva cafetera de Breville, que, todo sea dicho, tiene la opción de llevar un molinillo incorporado y esto ¡nos encanta! Sigue leyendo porque vas a descubrir por qué. Los trucos de Fernández para preparar un buen café son:

• No molemos el café en casa: la vida del café molido es de 20 minutos por eso comprarlo en grano y molerlo en casa es esencial para que los aromas no se volatilicen. Debemos recordar que el 70% del gusto es aroma y solo un 30% sabor.
• No limpiamos la cafetera como deberíamos: la higiene es esencial para que el café no sepa amargo.
• No usamos tamper: lo que quiere decir que en las cafeteras tradicionales (no hablamos de las de cápsula) no prensamos el café. Lo que ocurre entonces es que el agua busca el camino más fácil y no emplea todo el café que debería. Solo usa una parte.
• Tenemos cafeteras con cacillos altos y de poco diámetro: de esta forma la extracción del café es más lenta y por consecuencia el café se quema y se oxida.
• Ponemos demasiado café: el café espresso solo lleva 30 mililitros de café. Para que esté rico, medirlo es importante.
• No miramos la procedencia del café: el café arábico es más aromático y afrutado.
• No miramos la cantidad de cafeína del café: cuanta menos cafeína tenga, más amargo será.
• No podemos poner leche demasiado caliente: si pasamos los 60 grados, se quema la lactosa y se potencia el amargor del café.

Fernández nos dice que el café siempre sabe dulce, comenta que procede de una planta. Es una fruta y las frutas no necesitan azúcar. ¡Solo hay que saber prepararlo bien! Con estos trucos, seas de té o café, si, pese a lo mucho que nos insisten los nutricionistas por las redes sociales y otros canales de comunicación, no has dejado todavía el azúcar, ahora te va a ser mucho más sencillo. Palabrita.