Coronavirus
El amor en tiempos del coronavirus
La cuarentena está cambiando la forma de relacionarse en las aplicaciones de citas. ¿Qué valoramos ahora que falta el contacto físico?
El amor en el año de la pandemia global no es una novela de Gabriel García Márquez, ahora es nuestra vida de todos los días. Es la distancia material que nos separa de quien amamos o de quien queremos conocer. Todo el mundo se ha parado y cristalizado alrededor de esta preocupación universal. Y sin embargo, somos seres sociales y aunque aislados, seguimos aspirando a encontrarnos; más que nunca, en las aplicaciones de citas. Ahora que el Covid-19 nos obliga a estar en casa, vivimos hiper conectados y coquetear en línea se ha convertido en el escape de multitud de personas con ganas de una buena conversación.
Más allá del mero quedar para tener una relación íntima exprés, las citas virtuales se están convirtiendo para mucha gente en una ancla de mantenimiento del afecto, el intercambio humano e incluso de resistencia ante la angustia del aislamiento y la soledad.
Hasta hace poco menos de un mes el mayor peligro que encerraba quedar con un desconocido era terminar encerrado en su casa contra tu voluntad. Hoy el enemigo número uno son las gotitas de saliva que puedan escaparse con una risa o (Dios no lo quiera) un beso.
Pero si el encuentro en vivo es peligroso, el sexo virtual no lo es. De hecho, aplicaciones como Tinder o Grindr han incrementado su tráfico de visitas de manera vertiginosa.
Tengamos en cuenta el volumen de personas de la que hablamos: Tinder está presente en 190 países, se ha descargado más de 340 millones de veces y el año pasado rozaba los seis millones de abonados.
Las aplicaciones de ligar y el coronavirus
Es curioso ver que las aplicaciones de citas siguen fomentando el contacto, pero seguro. Para evitar la propagación del virus, Tinder alienta a sus usuarios a lavarse las manos, evitar tocarse la cara y mantener la distancia social de un metro. Los primeros mensajes entre los usuarios se concentran alrededor de la pandemia. El miedo es real.
Para muchas personas el teletrabajo también existe en estas app, y es que lo habitual ahora es entrar por la mañana y ver que has recibido una avalancha de match y mensajes. La gente tiene mucho tiempo disponible para swipear(deslizar a la derecha o izquierda) pero no se puede encontrar en persona.
Esta ausencia de contacto físico se puede convertir en una gran manera de fomentar la versatilidad en las relaciones, aunque también está dejando a la vista facetas de la personalidad que hasta ahora se tenían más escondidas. El portal Pornhub ha revelado que el porno con temática de coronavirus se ha vuelto viral (ríanse de la ironía).
También se están desarrollando otras prácticas tales como el sexting(envío de fotos picantes), que son maneras de expresar deseo sexual con nulo riesgo de contagio.
Los mensajes a través de redes sociales dan paso a un largo periodo de conversación antes de un futurible encuentro cara a cara, así que las personas tienen más tiempo para conocerse en profundidad. Y aunque muchas personas sigan pensando que solo se liga por tener un buen cuerpo o un rostro atractivo, al final (y esto lo está demostrando la cuarentena) nos atrae más la inteligencia, la simpatía y la conexión emocional.
Este anonimato de internet produce un sinceramiento mayor y una comunicación de mayor calidad. Las personas preguntan cosas que en persona les llevaría más tiempo, pero además las expectativas son más realistas: muchos reconocen que estas aplicaciones les hacen sentirse como trozos de carne, pero también saben lo que hay, y cuando encuentran a alguien compatible, la relación suele ser mucho más fuerte.
Y no; en contra de los prejuicios de algunos, cuando se encuentra a ese alguien que te hace click, no se sigue buscando algo mejor porque ya se conoce la tentación y la oferta que hay.
Los cazadores de la cuarentena
No hay que engañarse pensando que ahora todos vamos a encontrar a nuestra alma gemela en estas aplicaciones. Hay gente que sigue pensando en la caza fácil, y está invirtiendo estos días para preparar el terreno, como si fuese una especie de barbecho sentimental.
Al igual que proliferan los perfiles falsos y muchos se presentan como “amigo de mis amigos”, la nueva moda tendencia es “la amistad es la base de una relación”. Cazadores que solo quieren que la presa se confíe y en cuanto el Gobierno levante la veda de aislamiento, clavar el colmillo en sus nuevos contactos.
Un amigo me comentaba ayer “ cuando el diablo se aburre mata moscas con el rabo. Estamos allanando el camino, adelantando trabajo. Tenemos los polvos ya apañados para después de la cuarentena. Si la gente es consciente matará el aburrimiento SOLO chateando. Así te da tiempo a conocerte más antes de los nudes”.
Solo tras el confinamiento sabremos si las aplicaciones de ligoteo sirven para formar más parejas o seguirán la misma dinámica de encuentros rápidos. Porque al final tanto en estas aplicaciones como en la vida real lo que tenemos enfrente son personas y como tal las debemos tratar, con respeto y con la sinceridad con la que queremos que nos traten. Hagámoslo así y seguramente tras la emergencia volveremos a abrazarnos y a besarnos, aunque aún no sepamos con quién.
Ahora mismo, un “quédate en casa” es una gran frase de amor.
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