Belleza

Cómo enseñar a tu hijo a usar la maquinilla de afeitar

¿Tus hijos han empezado a afeitarse y no hay manera de que no se corten? Te traemos los mejores consejos para enseñar a tus hijos a utilizar la maquinilla de afeitar.

Cómo enseñar a tu hijo a usar la maquinilla de afeitar
Cómo enseñar a tu hijo a usar la maquinilla de afeitarlarazon

¿Tus hijos han empezado a afeitarse y no hay manera de que no se corten? Te traemos los mejores consejos para enseñar a tus hijos a utilizar la maquinilla de afeitar.

Hay experiencias iniciales de la adolescencia que ni ellos ni ellas olvidan jamás, como el primer día de instituto, la primera fiesta de fin de año con los amigos o el primer amor, entre otras. Pero hay una por la que suelen pedir especialmente consejo a un adulto de confianza antes de llevarla a cabo, aunque sea solo para evitar cortes o heridas inesperadas: el primer afeitado.

Y es que son varios los condicionantes que pueden convertir el primer afeitado en un éxito o un fracaso, como la correcta exfoliación, la aplicación justa del gel, la adecuada hidratación posterior, la acertada elección de la maquinilla o, claro está, su impecable utilización. De hecho, se considera que aprender a sacar el máximo rendimiento de la maquinilla de afeitar desde el principio resulta clave para que el afeitado sea el ritual de belleza eficaz y placentero que se espera.

Para ello, desde BIC®, uno de los fabricantes en productos de afeitado líder a nivel mundial, nos dan los trucos infalibles para aconsejar a nuestros hijos:

1. La maquinilla apropiada: Existen muchos tipos de maquinillas para hombres y mujeres, no obstante, aquellas que cuentan con las tecnologías más avanzadas son, sin lugar a dudas, las más recomendables. Sobre todo para la primera vez. Para mujeres; dos opciones que, más allá de adaptarse a las necesidades y las pieles de ellos o ellas, incluyen las últimas innovaciones de la marca para alcanzar las zonas más complicadas, además de bandas lubricantes o un mango ergonómico.

2. El momento ideal: Tanto para las mujeres como para los hombres, el mejor momento para afeitarse es la noche, ya que eso permite que la piel se calme y regenere durante el descanso nocturno, evitando que se exponga a las inclemencias del tiempo (frío, viento, calor, etc.) estando todavía irritada. Además, a ser posible, se aconseja hacerlo al salir de la ducha -o hasta durante-, porque el calor abre los poros y el vello se elimina mejor.

3. La presión del afeitado: Sea cual sea la zona del cuerpo que se afeite, se recomienda mover la maquinilla sobre la piel ejerciendo una presión ligera para evitar las irritaciones o el enrojecimiento.

4. La utilización de las dos manos: Si, como es evidente, una mano se encarga de coger y conducir la maquinilla por la zona a afeitar, la otra debe ocuparse de prepararle el camino; es decir, de estirar y tensar la piel.

5. La dirección del vello: Pasar la maquinilla de afeitar en contradirección al crecimiento del vello permite lograr un resultado más apurado, efectivo y suave. No obstante, hacerlo en el mismo sentido ayuda a evitar la aparición de rojeces o irritaciones. Dicho esto, los expertos recuerdan que el vello no crece en la misma dirección en las mejillas, el cuello y el mentón, en el caso de los hombres; o en las rodillas, la parte delantera de la pierna o la parte trasera del muslo, en el de mujeres y hombres. Para saber hacia qué dirección va el vello, basta con pasar la mano por cada zona.

6. El vello encarnado: Una señal inequívoca de que se están empleando malas técnicas de afeitado son los pelos enquistados, es decir, que crecen por debajo de la piel. Pues esto se debe, principalmente, a la elección errónea de la maquinilla, al afeitado en la dirección equivocada o a utilizar una maquinilla desafilada. Cuando se encarna el vello es recomendable exfoliar la piel antes del afeitado para liberar los pelos atrapados, así como aplicar el gel o la espuma de afeitar con un movimiento circular contrario a la dirección del vello.

7. La limpieza del utensilio: Después del afeitado, lo ideal es enjuagar la maquinilla con agua caliente para eliminar el vello y la crema, y dejar que se seque de forma natural. Nunca hay que manipular las hojas ni secarlas con una toalla, ya que esto podría estropearlas de cara a próximos usos.

8. Sustituir la maquinilla cuando es debido: A pesar de que, gracias a la innovación, las maquinillas de afeitar se mantienen afiladas durante más tiempo y, por lo tanto, más usos, llega un momento en el que conseguir el resultado perfecto requiere de más esfuerzo. Es entonces cuando toca cambiarla.

Los expertos recuerda que aprender y coger estos buenos hábitos de afeitado desde la primera vez, garantizará que el debutante en este ritual de belleza se afeite siempre correctamente. Y no solo eso: también que, en un futuro, pueda transmitirlos a la siguiente generación.