Una piel perfecta en diez minutos

Apenas diez minutos al día. Ese es el tiempo necesario para que tu piel luzca perfecta. Así que no hay excusas. Pon tu ritmo de vida en pausa y dedícate a ti.

¿Te levantas con los ojos hinchados? ¿Ojeras? Suple la falta de horas de sueño por un hielo. Sí, has leído bien: un hielo. Aplícalo (envuelto en una toalla o una gasa) sobre los párpados y bajo cada ojos durante cinco minutos. El frío activará tu circulación y tus ojos se librarán de los estragos del cansancio.

Las mañanas son muchas veces sinónimo de prisas, pero no salgas de casa sin haberte aplicado tu crema hidratante. Un gesto que sólo te "robará"dos minutos. pero no lo hagas de cualquier manera: aplícala de dentro hacia fuera y empieza por el contorno de la boca y sube por los pómulos realizando círculos. No te olvides del contorno de ojos, cuida tu mirada. Sigue con la frente, también masajeando en pequeños círculos. Termina en la barbilla y por supuesto, ¡el cuello!, zona en la que se nota tanto el paso del tiempo.

Terminado. Tu rostro luce relajado y fresco para afrontar el día.

Al final del día, la pereza puede apoderarse de nosotros. No dejes que gane. Un poco de leche desmaquillante o una toallita no son suficientes. Masajea tu rostro con un aceite desmaquillante o un cold cream. Masajea de arriba a abajo para limpiar la peil y relajarla. Después, lávate con jabón y enjuaga con agua tibia. Aplica tu crema de noche. Listo. No te habrá llevado ni cinco minutos.

Completa estos consejos con una exfoliación una vez por semana.