Belleza
¿Se te cae el pelo o es 'Shedding'? Los expertos te lo explican
No toda la caída de cabello es igual. Mientras que una es temporal y se soluciona sola, la otra puede ser progresiva y requiere un diagnóstico temprano para poder frenar su avance
Ante una caída del cabello que genera inquietud, la primera regla es no dejarlo pasar. El tiempo es un factor crucial en la mayoría de las alopecias, y la eficacia de los tratamientos actuales depende en gran medida de la rapidez con la que se aborde el problema. Consultar con un dermatólogo no es una medida drástica, sino el paso más sensato para obtener un diagnóstico certero y atajar la causa de raíz antes de que el daño sea mayor.
De hecho, la principal misión del especialista es discernir entre lo que es una simple fase de desprendimiento y una pérdida de cabello real. No toda caída es sinónimo de un problema permanente; a veces, el organismo simplemente está reaccionando a un episodio de estrés. Es precisamente esta distinción la que requiere de un diagnóstico médico preciso, ya que las soluciones y el pronóstico son radicalmente distintos en cada caso.
Por un lado, existe un fenómeno conocido como efluvio telógeno, que se manifiesta como una caída de pelo excesiva, pero siempre temporal. Suele aparecer varios meses después de un evento estresante para el cuerpo, como una enfermedad, un periodo de alta tensión, el posparto o incluso al dejar de tomar la píldora anticonceptiva. Aunque puede resultar alarmante, lo habitual es que el cabello recupere su densidad normal en un plazo de seis a nueve meses sin mayores complicaciones.
La diferencia fundamental entre caída y pérdida real de cabello
Por otro lado, el escenario cambia por completo cuando el problema de fondo es que algo impide que el pelo crezca correctamente. En estos casos, conocidos como efluvio anágeno, el cabello no se recuperará por sí solo hasta que se trate la causa subyacente. Los detonantes más comunes son la alopecia de origen hereditario o el abuso de peinados que ejercen una tracción constante sobre el folículo, una idea que comparten desde la Academia Americana de Dermatología.
En este contexto, la pérdida de cabello hereditaria es la causa más frecuente de alopecia. Sin un tratamiento pautado por un profesional, su avance es progresivo y se manifiesta de manera diferente en hombres y mujeres, por lo que la intervención temprana resulta fundamental para frenar su desarrollo y preservar la mayor cantidad de cabello posible.
En definitiva, aunque forma parte del ciclo natural de renovación perder entre 50 y 100 cabellos al día, cualquier aumento notable de esta cifra merece atención. La clave reside en no autodiagnosticarse y buscar la opinión de un experto que pueda identificar el origen del problema y trazar el camino a seguir, garantizando así los mejores resultados a medio y largo plazo.