Blanqueo de capitales

El día «D» de Isabel Pantoja

La tonadillera, en enero del año pasado, a la salida de la Audiencia de Málaga
La tonadillera, en enero del año pasado, a la salida de la Audiencia de Málagalarazon

A la espera de que la Audiencia se pronuncie, estás podrían ser sus últimas horas en libertad.

Cada vez está más cerca el amargo final de sus días en libertad. A pesar de que la esperanza es lo último que se pierde, ya no se puede estirar más un proceso cuya decisión, en manos de la Audiencia de Málaga, ha sido hasta ahora clara y contundente. Hoy podría ser una jornada clave para Isabel Pantoja, aunque la Sala podría dar una tregua a la aflicción de la tonadillera, ya que ayer anunciaba que no se pronunciaría sobre el recurso de súplica y la petición de retrasar su entrada en prisión hasta que no recabase toda la documentación del caso, tanto de la artista como del resto de procesados. Cumplido este trámite, el tribunal enviará los escritos a la Fiscalía Anticorrupción, por lo que la resolución podría prolongarse, casi con toda seguridad, hasta la próxima semana.

Jugando al despiste

Hasta ahora ningún argumento le ha servido: desde escudarse en que el amor la cegó, como sostuvo durante el inicio del proceso, hasta insistir en los últimos tiempos en que cumple los requisitos para que se le conceda la suspensión de la pena de cárcel –algo que la Audiencia de Málaga no está dispuesta a concederle porque no se trata de un derecho de los condenados–. En el mejor de los casos, lo único que podría ganar es tiempo, y parece poco probable que el tribunal se lo dé. Su petición de retrasar un mes su ingreso en prisión, hasta el 15 de diciembre, para poder cumplir con el «tour» de conciertos que tenía programados, pierde entidad cuando se ha hecho público que ha cancelado las actuaciones. Ahora pide que se demore su entrada porque es la responsable del mantenimiento de su familia y necesita tiempo para poner en orden su vida personal y profesional. Un argumento quizá demasiado peregrino para que la Audiencia lo estime, máxime después del duro auto que la Sala hizo público el lunes, en el que se mostraba firme en su propósito de que los condenados en el «caso blanqueo» cumpliesen con las penas de prisión.

Durante este duro trance, la tonadillera sigue arropada por su familia y sus seguidores. Tanto Kiko Rivera como Chabelita están apoyando la iniciativa de una de sus fans, que reúne firmas para evitar el ingreso en prisión de la artista a través de Change.org. Ayer a media tarde, ya habían superado el umbral de las 3.500, aunque todavía están a años luz de su objetivo: alcanzar las 500.000. Mientras, la tonadillera espera su angustioso destino en su refugio, Cantora, mientras juega al despiste con la Prensa. Los medios que hacían guardia en las puertas de la finca creyeron que salía en un coche al ver a una mujer sentada en el asiento trasero con pelo largo y negro recogido en una coleta como las que acostumbra a llevar la cantante. Sin embargo, según «Europa Chance», podría tratarse de la pareja de su hermano Bernardo; con la que el clan estaría intentando confundir a los reporteros. Refugiada en Cantora, con la compañía de su familia, Pantoja espera a que la Justicia aclare su futuro, que parece abocado a pasar una temporada a la sombra. De hecho, la cantante y su abogado buscan ya qué centro penitenciario sería el mejor para ella.