Genoveva Casanova y Bustamante, al borde del precipicio

Genoveva Casanova y José Bono Jr, ganaron la VI Land Rover Discovery Challenge, el Camel Trophy español. Pruebas de conducción 4x4 por barranqueras, tirolina, ferrata y rápel por el Tajo de Ronda, pádel surf, equilibrio sobre cuatro ruedas y gymkhana por Sanlúcar de Barrameda son algunas de las pruebas a las que se han enfrentado doce famosos al frente de seis equipos compuestos por periodistas compitiendo por una ONG. El premio ha sido el valor de un Land Rover Discovery que permitirá desarrollar al Banco de Alimentos un proyecto social.

«Cuando era albañil subía a los andamios de tres pisos, que es lo que construíamos en mi tierra, pero esto es un barranco de 90 metros. Estoy “cagao compadre”», decía David Bustamante, que tiene pánico a las alturas, pero es un competidor nato. Se vino arriba cuando vio pasar volando por encima de su cabeza al jinete José Bono Jr. y a Joaquín Cortés, ambos con vértigo, cruzarse el Tajo de Ronda en tirolina. Como decía Cortés «se me ha quitado todo porque creo que si vienes a una aventura como ésta lo haces con todas las consecuencias». La apariencia frágil de Genoveva Casanova y Virginia Troconis es una tapadera. Ambas llevan dentro una mujer Alfa. Ver a las dos rubias descolgarse por el puente haciendo rápel y cruzar el arco central haciendo equilibrio, teniendo bajo sus pies un vacío de 90 metros, ha sido en palabras de la novia de Michavilla «alucinante». Del affaire del que pudo ser su suegro e Isabel Preysler, lo más que comentó fue la sorpresa que se llevó por la separación «yo les veía muy bien juntos».

Sobre su actual pareja habló como si fuera uno de los enigmas de las pruebas: «El amor da vértigo y con la gente que quieres hay que estar a la altura». Genoveva, que sigue viviendo en su casa de Madrid, dice que juntos «somos una familia con siete niños pero aún es pronto para decir que me vea formando parte de una familia numerosa. Eso sí, los Michavilla son unos niños encantadores».

El cantante, hiperactivo

Entre remo y barranco, a un Bustamante hiperactivo, que duerme cuatro horas y se levanta como un toro, le dicen que le dé la vuelta al Discovery en un cercado de palos donde apenas cabe el 4x4 y luego que suba a pulso una rueda por un sistema de poleas. Lo consigue pero al coche le revienta una rueda y a la polea le da un viaje que la desmonta. Hemos recorrido unos 600 kilómetros entre Jerez, Sanlúcar de Barrameda y Málaga y el cántabro iba animando por la radio interna y sin descanso a los 36 participantes. Por cantar nos ha cantado hasta el «Nessum Dorma». «Tengo voz de contralto y me sé todas las canciones de Pavarotti que para mí es un Dios», afirma o un jazz improvisado en la calle con Michi Primo de Rivera y unos músicos que pedían la voluntad, a los que se unió Joaquín Cortés con un zapateado encima de uno de los Land Rover. Por cierto, que si Cortés no baila más en España es porque sólo en el extranjero están dispuestos a pagar su caché: «Movilizo un equipo de 40 personas que tienen un sueldo y aquí me quieren pagar la cuarta parte que a un artista extranjero. Me dicen que soy Marca España, pero con eso no come mi gente. Llevo trabajando desde los 12 años y fuera me reconocen y me lo pagan».

De las pruebas en el campo, sin dar respiro, pasamos a la Gymkhana rompepiernas en Sanlúcar de Barrameda, que es una población de extensión generosa y empedrada. En una hora y veinte minutos buscamos un mapa entre 15.000 toneles en la bodega de Barbadillo, taconeamos en un tablao flamenco, subimos 160 escalones de piedra de la torre del Palacio de los Medina Sidonia, cortamos jamón, tocamos campanas, cantamos chirigotas y en ese momento del cántico, ya se había corrido la voz de que Bustamante estaba por la población y tuvieron que rescatarle. Nos adelantó en exclusiva que en su próximo disco incluirá una canción llamada «Tensión» y también publicitará una colonia en un anuncio protagonizado por Bimba Bosé. Álex Corretja es una máquina con la raqueta pero con el remo es un desastre. En esta edición ha mejorado algo gracias a que sus hijas le animaron a que se preparase para la Challenge. Los únicos que hicieron la Ferrata, una especie de escalada, fueron Bustamante y Mercedes Peralta.