Sevilla
Isabel Pantoja se despide de sus hijos
La cantante, que «no come, ni bebe, ni duerme», se reunió con Kiko y Chabelita en un hotel a las afueras de Madrid ante su posible ingreso en prisión
De vuelta en «Cantora» tras pasar una de las semanas más difíciles de su vida. Finalmente «se ha visto con un pie en la cárcel y el otro en la calle...», me dice una de las pocas amigas de verdad que le quedan. ¿Será porque no es periodista? Isabel Pantoja esta semana que acaba terminó de organizar sus cosas y a su familia. El pasado martes se reunió con sus dos hijos en un encuentro en el que los sentimientos estaban a flor de piel. Hubo más que lágrimas y abrazos. No me dicen de reproches: «No hubo nada de reproches, sólo un encuentro muy emotivo. Era necesario que se juntasen todos, los tres, sin nadie que los interfiriera. Era la última oportunidad de despedirse sin dejar nada pendiente, ya sabes...». Al lacrimógeno martes siguieron las jornadas del miércoles y el jueves. Éstas también han sido decisivas y han servido, mediante el pago a cuenta y la presentación del pertinente escrito, para frenar su inminente ingreso en prisión.
Sus amigos dicen que ha pagado el importe íntegro de los 1.147.148 euros de la multa. Una íntima amiga me habla de «100.000 euros nada más...» , pero lo cierto es que desde la Judicatura no se ha filtrado ninguna cantidad, ni dato alguno respecto a la fórmula y acuerdos alcanzados entre el equipo de abogados de la Pantoja y el juez. Algunos medios han dicho que finalmente había logrado revivir todo el dinero, pero no hay nadie del entorno de la cantante, amigos o abogados, que abra la boca en lo que a este sensible asunto se refiere. Colaboradores de televisión y periodistas especializados en sucesos y tribunales hacen quinielas minuto a minuto.
Me dice mi garganta profunda que «los abogados han presentado un calendario en el que se fraccionan los pagos hasta satisfacer la cantidad exigida por la Audiencia Provincial de Málaga». Hay, pues, un claro acuerdo de los letrados de la cantante y de la propia Isabel Pantoja con el juez de hacer paulatinamente frente a los pagos. Para que la Pantoja pague, o termine de pagar, hace falta que esté en la calle y trabaje. Da igual que sea cantando, posando para una revista, acudiendo a una cadena de televisión o vendiendo al mejor postor sus propiedades embargadas.
Hay dos opciones muy claras para el futuro inmediato de Isabel Pantoja. La primera, que ingrese en prisión por no haber pagado la totalidad de la multa. Con esta opción no podría trabajar ni producir y sólo pagaría la totalidad de la multa si malvende alguna propiedad en las próximas semanas o meses, y aun así puede que no llegase nunca, por culpa de las cargas y embargos, a reunir la cantidad exigida. La segunda opción sería que fuese clasificada en tercer grado, situación que le permitiría seguir trabajando para pagar su deuda. Pero esta posibilidad dejaría entrever que Isabel Pantoja goza de un privilegio frente a otros condenados como sería el caso del abogado José María del Nido. Así pues, está en manos del juez que dictó la sentencia. Sólo nos queda esperar unas horas o días más para salir de dudas...
Hundida
Isabel recibió el pasado martes la visita de sus dos hijos. Frente a todo pronóstico, Chabelita dejó plantado a su amigo Sema y acudió a una reunión con su madre en Madrid. «Kiko y Chabelita vinieron en coche, juntos y solos, para que nadie los pillase en las estaciones del AVE de Sevilla o Madrid a su salida o la llegada». Un hotel a las afueras de Madrid en un municipio insospechado fue testigo del encuentro de la artista con sus hijos. Algunos hablan de un discreto hotel en Fuenlabrada. Sus hijos «se encontraron a una Isabel destrozada. En muy mal estado. Moralmente hundida, muy baja, muy baja. Ha adelgazado más todavía. Yo nunca la he visto así». Sabemos que la cantante se ha blindado totalmente. Y para ello «ha decidido quitarse a la gran mayoría de los “satélites y cortesanos”», me cuentan. Se ha quedado con los más íntimos, los que nunca la han fallado. Los verdaderamente discretos. Para ello ha contado con la inestimable ayuda del hermanísimo. Agustín se ha encargado este último año de ir cerrando puertas y borrando teléfonos de la agenda. Desde hace tres meses es muy difícil hablar con Isabel. El mejor y más eficaz sistema para saber cómo está «Mi Gitana» es el WhatsApp. Es el medio de comunicación habitual de la Pantoja. Mientras, «no come, no duerme o duerme muy poco. Está todo el día viendo telenovelas y bebiendo coca-cola».
Por su parte, Kiko Rivera Pantoja hace semanas que no es el mismo. Amigos y compañeros de trabajo lo han hecho público. «Kiko está supertocado. Se le nota mogollón. Está muy apagado, no es el Kiko divertido y bromista de siempre. Está triste, sin gracia, sólo sale de casa para trabajar o para estar unas horas con su madre». Es notorio que el Dj está ayudando económicamente a su madre. Son muchos los que viven a la sombra de la bata de cola de la Pantoja y pocos los que producen por sí solos o aportan algunos euros a la maltrecha economía del clan. Chabelita hace meses que decidió buscarse las habichuelas fuera de casa, sabedora de que cuando faltase su madre, en caso de ingresar en prisión, se acabarían las ayudas familiares y los privilegios de ser la pequeña.
Tras la notificación del plazo para pagar la multa y de su ingreso voluntario en prisión, el entorno más cercano de la tonadillera reconoce que «Isabel ha visualizado su ingreso en prisión. Por fin lo ha hecho». A día de hoy, el único motor de su vida son sus nietos. Lo demás ha pasado a ser secundario, un mal sueño. Isabel sigue aferrada a su inocencia y a que Julián Muñoz la utilizó.
Doña Ana no sabe nada
«Doña Ana no sabe nada de lo que esta pasando, está en “Cantora”. En la casa de Isabel sólo se ven telenovelas». A sus 82 años nadie quiere darle el disgusto. Si su hija ingresa en prisión, tendrá que cumplir un cuarto de la condena antes de poder salir en tercer grado, unos seis meses. «La coartada si pregunta su madre está ya diseñada: “Isabel está de gira por América”».
Y Chabelita, también en el juzgado
La cita más esperada entre Chabelita y Alberto Isla se produjo ayer en el juzgado, donde se dirimía sobre la custodia de su pequeño. Según declaró ante los medios: «Quiero que todo se resuelva por el bien de mi hijo, quiero que cumpla como padre».
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