Belleza

Jacqueline de la Vega: Un desayuno bomba con golden colágeno

Modelo.. Le pierden las ensaladas aunque tampoco renuncia a un buen chuletón. No puede con los percebes

Jacqueline de la Vega: Un desayuno bomba con golden colágeno
Jacqueline de la Vega: Un desayuno bomba con golden colágenolarazon

Le pierden las ensaladas aunque tampoco renuncia a un buen chuletón. No puede con los percebes

Le pierden las ensaladas aunque tampoco renuncia a un buen chuletón. No puede con los percebes

La selfiereceta

Tortilla de puerros

Ingredientes:

-8 huevos

-1 puerro

-1 cebolla

-4 patatas-Sal

Elaboración:

Es una receta muy sencilla pero muy sabrosa. Se fríe la cebolla a fuego lento. Cuando está transparente se echan las patatas en trocitos pequeños. Se va mezclando todo con paciencia. Se echa un poquito de sal. Mientras, hemos hervido el puerro y cuando todo está en su punto, lo volcamos en un recipiente donde previamente hemos batido los huevos. Mezclamos todos los ingredientes y los echamos en una sartén con muy poco aceite.

Reconoce que «Dios no me ha llamado por el camino de las artes culinarias», pero ella no ceja en el empeño y se esmera con sus ensaladas. «Las que mejor me salen son las de canónigos, mango y atún. A veces también me da por echar un poco de salmón, aguacate, frutos secos... Es que, la verdad, para las ensaladas no hay límites y alimentan mi creatividad», afirma Jacqueline de la Vega. Su cuerpo es de escándalo, pero confiesa que no renuncia a nada para mantener la línea. Bueno, a casi nada, ya que no soporta los percebes ni le hacen demasiada gracia los platos que tienen demasiada crema. La modelo es experta en romper moldes, no físicos, ¡eso sí!, sino sociales. ¡Quién diría que a Jacqueline le apasionan unas buenas fabes! Pues ella insiste en que la vuelven loca, al igual que las cocochas.

Prefiere el pescado a la carne, aunque no sabe decir «no» a un buen chuletón. «Son mi capricho.El otro día me comí uno en Formentera, en el restaurante El Beso, que estaba delicioso. Además, fui muy bien acompañada. Fue ideal y disfrutamos de un atardecer bellísimo. ¿Qué más se puede pedir?», afirma. Ella es positiva por naturaleza y derrocha amabilidad, así como naturalidad. ¿Qué haces para tener un físico 10?, le pregunta un servidor. «La belleza no es casualidad –se ríe–. No, en serio, doy gracias a la vida porque mi genética es increíble, aunque no te voy a engañar, también me doy mis buenas palizas en el gimnasio», reconoce. Jacqueline, que vive a caballo entre Madrid y Bali, donde se escapa para desconectar del frenético ritmo de la capital, afirma que no suele renunciar a ninguna de las comidas, aunque si tuviera que hacerlo nunca dejaría de lado el desayuno. «No puede faltar un superdesayuno completo, con huevos, dos tostadas, dos infusiones, vitaminas y golden colágeno», asevera. Tan sólo le falta el bacon para ser una yanqui en toda regla. «Eso sí, si algún día me he pasado un poco, lo que hago es cortarme a la hora de la cena, pero sólo en la cena, no renuncio a nada más. No hay truco que valga. Todo en esta vida es disciplina. Las cosas se consiguen con esfuerzo», matiza. Recuerda con admiración a su madre y a su ex marido Cris cuando menciona a las personas de las que más ha aprendido a nivel culinario. «Él, además de ser un buen chef, siempre tuvo varios restaurantes y cada día era una prueba y claro, yo estaba siempre presente». No se declara enemiga de la «fast food». Es más, en su casa también hay días en que se echa mano de este tipo de comida, pero «con moderación y en ocasiones puntuales». «No pienses que soy de esas paranoicas a las que les da por comer todo orgánico. Seamos sensatos. Es ilógico y además, muy caro», concluye.