La boda con pícnic de Pierre y Beatrice

Los Grimaldi y los Borromeo ligan sus dinastías hoy en un enlace civil que unirá a dos de los jóvenes más atractivos del momento.

En el palacio de Mónaco todo está preparado para el gran evento de este verano, la boda hoy de Pierre Casiraghi, segundo hijo de la princesa Carolina, y su novia, Beatrice Borromeo. Tras seis años de relación, los dos jóvenes han decidido prometerse fidelidad e intercambiarse los anillos. Lo que este sábado tiene lugar es la boda civil, que va a celebrarse en el palacio de Mónaco, aunque dentro de una semana, el 1 de agosto, la pareja celebrará la ceremonia religiosa en Italia, el país de la novia, en el palacio de su familia, los Borromeo, situado sobre una de las islas del lago Maggiore.

Ha sido el propio soberano monegasco, Alberto, quien ha dado detalles de la fiesta que tendrá lugar hoy en su palacio. En tanto que tío del novio, ha querido que todo estuviera cuidado al detalle, al gusto de sus sobrinos, para que el día sea inolvidable. El príncipe habló con la revista americana «People», a la que llegó a adelantar algunas pinceladas sobre la celebración que seguirá al enlace. Será una fiesta lejos del rigor protocolario: «La ceremonia de la boda tendrá lugar en el Salón del Hielo del palacio y después habrá una “garden party”, porque Pierre y Beatrice lo quieren así».

Una vez terminado el enlace, que durará aproximadamente veinte minutos, se procederá al brindis, y después los invitados serán conducidos a una terraza conocida como «El Jardín Privado», un lugar que pocas personas han tenido la oportunidad de visitar y que fue acondicionado por la princesa Gracia de Mónaco cuando se casó con el príncipe Rainiero. La estrella convertida en princesa decidió que había que crear en aquel castillo fortificado una zona menos protocolaria y más íntima y familiar para ellos y para sus hijos. Un lugar que le recordase su vida en América, con espacios abiertos y una piscina donde pudiesen jugar Carolina, Alberto y Estefanía. PICOTEO «HIGH CLASS»

Allí, los invitados podrán pasear, sentarse, bailar... y disfrutar de un agradable picnic o «cavagnëtu», «aunque no habrá sandwiches, hamburguesas ni hot-dogs... Bueno, quizás hot-dogs; será en plan picoteo », explicó divertido el príncipe Alberto. En realidad, el «U cavagnëtu» es una gran merienda que marca cada año el fin de las vacaciones estivales y que en los últimos años ha contado con la presencia del príncipe soberano y la princesa Charlène. A ella asisten un millar de monegascos que se deleitan con los productos típicos de la zona a la sombra de los olivos.

Además del buffet se ha programado un espectáculo de bailes folklóricos, habrá música y «jugaremos a la petanca», aseguró el soberano, que será el encargado de ofrecer un brindis por la pareja: «Intentaré ser breve y no aburrir a nadie, que no tengan la sensación de que me enrollo», aunque reconoce que «será difícil, porque realmente les quiero, a Pierre y a Beatrice».

El Camarlengo del Palacio de Mónaco ha enviado 70 invitaciones para asistir a la celebración y en las que se especifica que los asistentes tendrán que asistir de cóctel. Aunque la lista no se conoce con exactitud, se espera que, además de los familiares de la pareja, personajes como Eugenie Niarchos, Margherita Missoni, Bianca Brandolini, Gaia Repossi, Pauline Ducruet y Noor Fares, todas íntimas de Beatrice y de su futura cuñada Tatiana Santo Domingo, acudan. Los focos también estarán puestos en sus vestidos, ya que todas ellas son un referente en el mundo de la moda con su estilo «boho-chic».

DESPEDIDA A LA ESPAÑOLA

Pierre dijo adiós a su soltería en el castillo de Requesens, en la Ampuria catalana. Aldo Comas, amigo de los Casiraghi desde que compartieron clases y juegos en el College Alpin International Beau Soleil de Suiza, organizó la fiesta. Al encuentro asistió también su tío Alberto y poco se conoce de lo que sucedió dentro de la fortaleza, ya que las empresas que participaron en la despedida firmaron un contrato de confidencialidad muy estricto. La hípica Empuriabrava fue la encargada de suministrar los caballos que utilizaron algunos de los invitados para recorrer la pista forestal que conduce al castillo. Versadas en esto de atender a clientes «vip» (el año pasado montaron un espectáculo ecuestre para Paris Hilton), las caballerizas les entregaron a los jinetes varios pura sangre.

Aquellos que no optaron por el desplazamiento a lomos de los caballos, lo hicieron en coche, para disfrutar de una noche en la que se calmó el estómago con una cena con productos del país, tales como embutidos, diversas carnes a la brasa y paella, diretamente venidos de La Cantina, según informó «La Vanguardia».

Pero el pequeño de los Casiraghi tiene la vista puesta en otra imagen, la de su futuro junto a Beatrice. Para iniciar su vida en común, los «royals» elaboraron una lista de regalos a la que la revista italiana «Oggi» tuvo acceso, unos obsequios que no están al alcance de todo el público. Por ejemplo, en la boutique Czarina, han elegido, entre otros, un salero y pimentero con forma de flamenco cuyo precio son 100 euros, y un mueble bar de piel por casi 13.000 euros.

A esta hay que sumar otra lista alternativa en la librería Taschen, ya que, según describen amigos de la pareja, tanto Pierre como Beatrice son ávidos lectores. Los invitados que se decanten por esta opción podrán escoger de entre una selección de colecciones literarias que llegan a alcanzar los 10.000 euros por volumen. Y, por supuesto, no podía faltar la solidaridad y el respaldo a la institución que la abuela de Pierre, Grace Kelly, fundó en 1963, Amade: las donaciones que hagan los asistentes serán destinadas a niños sicilianos en riesgo de exclusión social.