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Manuel Segura: «No es momento de reunirme con Carmen Thyssen»

El ex de la baronesa habla con LA RAZÓN tras anunciar la separación de su tercera mujer, Paz Pastor, de la que aún no se ha divorciado. Afirma que podría no tratarse de un adiós sino de «un paréntesis para evitar terminar con «malos rollos» y que Tita Thyssen no tiene nada que ver. en dicha decisión.

Manuel Segura: «No es momento de reunirme con Carmen Thyssen»
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En 2004 Manuel Segura se casó, por tercera vez, con la ejecutiva Paz Pastor, a cuya boda asistió Carmen Thyssen, una presencia a la que el matrimonio Segura-Pastor correspondió pasando vacaciones en el yate «Mata Mua», de Tita –a Manuel le apasiona navegar–, en la casa de Sant Feliu de Gixols y compartiendo las primeras navidades en Andorra de Tita y Borja. Para algunas personas será difícil de entender que Pastor se haya sentido a gusto o al menos no haya puesto inconvenientes en formar parte del entorno de una ex de su marido, tan importante y con tanta relevancia social como la baronesa. Cierto es que el principal motivo haya sido que su todavía pareja –porque aún no han presentado la demanda de divorcio– sea el padre biológico de Borja y que justamente los años de su matrimonio con Segura han sido los de una relación más estrecha con los Thyssen españoles.

Confesión a los 8 años

Será difícil de entender, pero gracias a que hace años Segura aprendió y entendió que lo más sano era seguir su vida y no vivir de cara a la galería, hizo de su capa un sayo y supo diferenciar entre su matrimonio y su «familia». Una familia en la que tuvo mayor presencia cuando su hijo Borja cumplió los ocho años y Carmen decidió, delante de Manuel Segura y del barón Heini Thyssen, decirle al entonces niño que tenía dos padres, el biológico y el adoptivo. De ahí que la relación con Tita, madre del que es más un amigo que un hijo para Segura, no haya sido el motivo de su cese temporal de convivencia con Paz Pastor.

Una vez que suceda esta separación no será el momento, o al menos no es esa la intención, de reanudar el romance que Segura mantuvo durante dos años con la baronesa. «Tuvimos una relación hace mucho tiempo, de ahí pasamos a una gran amistad. Soy el padre biológico de Borja y somos familia. Eso es una realidad», afirma Segura. «Carmen me ha llamado varias veces, pero está muy ocupada como para vernos. Yo sé que ella siente la ruptura porque también conoce a Paz, pero uno tiene que afrontar sus propias realidades. En la vida hay que tener prioridades. No hemos mantenido todavía esa conversación los dos solos, en la que hablaremos de lo que ha sucedido. Sé que la tendremos antes o después, pero ahora no es el momento de reunirse y que nos hagan una foto que dé pie a especulaciones. No quisiera que mi separación pueda alentar otras suposiciones y quiero ser muy tajante en aclararlo», explica.

Puestos al habla con Segura, nos comenta que no le gusta que le llamen Manolo, aunque muchos le conozcan por ese nombre, y nos da las claves del momento personal que atraviesa y en el que nada es definitivo. Tanto es así, que aún no han presentado la demanda de divorcio, que, tal y como está transcurriendo la separación, se prevé de mutuo acuerdo al no haber hijos en común ni cuestiones patrimoniales en los 12 años que han vivido juntos. «Nos separamos a finales de septiembre, prácticamente al mismo tiempo que trascendió la noticia en los medios de comunicación. Paz sigue viviendo en Madrid y nos hemos visto en un par de ocasiones, después de habernos separado, para tratar asuntos puntuales», comenta. Unos temas que aún no son los de la fecha de presentación de la demanda de divorcio: «Todavía no la hemos presentado porque no nos corre prisa a ninguno de los dos y, si eso sucede, seguro que será de mutuo acuerdo».

Otra vez soltero

Después de tres matrimonios y algunas sonadas relaciones sentimentales, como la que mantuvo con Carmen Cervera cuando ella quedó muy afectada por la historia que vivió con Espartaco Santoni, Segura vuelve a estar solo. «Me casé la primera vez con 40 años, es decir, no era un jovencito, y había vivido solo mucho tiempo. No es una novedad para mí, porque así estuve antes de mis tres matrimonios. Pero sí es cierto que atravieso un momento triste, que es lo normal después de la separación con Paz, con la que he convivido 15 años. Hay un periodo como de duelo y en eso estoy», asegura, sin entrar en detalles, porque ante todo es un caballero y son asuntos que sólo les conciernen a la pareja: «No hemos tenido ningún problema gordo. Ha sido una relación que se ha perdido en el tiempo por desencuentros y por diferentes formas de entender el futuro. Así que lo mejor era hacer un “stop”, porque no se sabe si se trata de una ruptura temporal o para siempre».

Es pronto para conocer si habrá continuidad y, como bien dice Segura, ni hay terceras personas ni él es un jovencito, por lo que el planteamiento de vida ahora es diferente que cuando cargaba con el sambenito de ser un «play boy». «Lo ideal es buscar una relación estable con ideales de futuro; por ahora no puede ser y la decisión ha sido de mutuo acuerdo. Es difícil sopesar quién la consideró más, pero es algo que ya habíamos hablado hace meses, de ahí que sea mejor hacer un paréntesis. Es mejor acabar bien, con cariño, y no, como se dice ahora, con “malos rollos”», explica.

De Segura se conoce más su versión social a raíz de la relación que mantuvo con la baronesa Thyssen, cuando aún era Carmen Cervera y Heini no había aparecido en su vida. Fama que posteriormente se incrementó cuando la propia Carmen descubrió públicamente quién era el padre biológico de Borja. Segura es un señor muy educado con una tremenda paciencia y que ha estado constantemente dentro de la órbita alargada de la baronesa. «Cuando Carmen y Borja, que se quieren y se necesitan muchísimo, han tenido a veces roces, procuré ser o he sido como un amortiguador entre ellos para que llegasen a entenderse», confiesa. Segura es un santanderino con formación en Derecho y Publicidad, actividad esta última que ejerció durante años, hasta que decidió retirarse de la primera línea de fuego para replegarse en otras áreas: «Ahora tengo un proyecto importante de asesoramiento empresarial y a eso es a lo que me dedicaré profesionalmente en el futuro más inmediato», indica.

Sobre el personal es más conservador: «Lleno mi vida leyendo mucho y haciendo deporte, ya que juego al pádel, me estoy iniciando en el golf y suelo ir varias veces a la semana al gimnasio. Trato de cuidarme física y psíquicamente. También quedo con amigos para tomar algo. En definitiva, ahora estoy organizándome sin olvidar que quiero disfrutar de la vida porque tengo objetivos», explica. Y entre éstos hay uno que en breve pondrá en marcha, tanto solo como acompañado: «Quiero hacer un viaje por ciudades europeas que deseo revisitar y vivir. Como Roma, Berlín, París y Londres, donde pasaré unos días con Blanca, Borja y mis nietos».

w su faceta de abuelo

Unos nietos, por cierto, que están disfrutando mucho con su nueva ciudad y que no han tenido problemas de adaptación. Igual que Tita, Segura no es de los abuelos a los que les guste que le llamen así: «Los hijos de Borja me llaman Manu porque cuando me acuerdo del mío lo visualizo muy mayor. Eso de abuelo lo relaciono con una persona arrugada y con cachaba», bromea. Por otro lado, para ese viaje por Europa que realizará previsiblemente antes de Navidad, no tiene clara la compañía: «Quiero hacerlo con alguien, no necesariamente una amiga. También puedo hacerlo con un amigo; además, son ciudades en las que tengo conocidos a los que me apetece ver».

La vida londinense de Borja y Blanca

Aproximadamente en 1978, porque no es una fecha exacta de la que quiera acordarse Manuel Segura –«Es mejor no entrar en detalles de cuándo fue», dice–, este empresario santanderino mantuvo una relación sentimental con Carmen Cervera, que se rompió antes de que naciera el hijo que esperaban. Borja nació en septiembre de 1980 y llevó los apellidos de la madre hasta que el Heini lo adoptó y pasó a la órbita de los herederos Thyssen. Fue ocho años más tarde cuando Carmen, ya convertida en baronesa, quiso contarle la realidad a su hijo. Y ahora son Segura y Borja los que establecen el tipo de relación afectiva que quieren tener: «Son mi familia y hemos pasado veranos, cumpleaños y las últimas Navidades en Andorra juntos. Aún no hemos hablado de cómo y dónde nos vamos a ver, pero es casi seguro, ahora que me encuentro solo, que estaremos todos juntos, tanto si es en Andorra, como en Madrid, Barcelona o Londres», confirma Segura. «Borja y su familia llevan casi dos meses en Londres y se han adaptado muy bien, aunque aún están organizándose. Los niños se han acoplado bastante bien porque saben inglés, ellos iban en Madrid a un colegio americano, así que no tienen problemas de idiomas. Viven en una gran casa alquilada, que aún no conozco, pero que seguro que será preciosa porque ellos tienen muy buen gusto», explica el orgulloso abuelo de los cuatro niños de Borja y Blanca (en la imagen). Sin duda, Londres es una ciudad con una vida cultural y social muy interesante para un matrimonio con inquietudes artísticas.