Marta Ortega: Rosada y de Valentino

La Zarina sorprende con un modelo exclusivo, absolutamente favorecedor, de la firma de alta costura.

No podía haber elegido mejor. Radiante, elegante, moderna y, sobre todo, muy «cool», es decir, como es ella. Así ha dado Marta Ortega el «sí quiero» a Carlos Torreta. El traje de novia –de Valentino Haute Couture, firmado por su director creativo, Pierpaolo Piccioli–, ha dejado constancia de que reflejar tu personalidad (en su caso, la de una mujer tan fuerte como dulce), es clave para ser una misma y no parecer disfrazada en un día tan importante como es el de tu boda.

De hecho, el diseñador ha declarado que «acompañar a una mujer en uno de los momentos más importantes de su vida es siempre un regalo para mí. A través de este diseño he querido transmitir un imaginario con inusual sentido del romanticismo, lleno de ligereza, frescura e intención para ilustrar su fuerte personalidad». Esta es la segunda vez que Marta Ortega pasa por el altar y se percibe que lo hace muy enamorada. Su sonrisa relajada y su postura desenfada, captadas por el objetivo del alemán Peter Lindbergh, para más señas, uno de los fotógrafos más relevantes del mundo, dan paso a un «look» cargado de significado.

En un tono rosa casi blanco, el modelo se compone de una camisa de gasa, plisada con cuello cisne y puños ultrafemeninos, y de una falda recta con lazada a la cintura, que parece querer convertirse en un pantalón masculino de pinzas. Piccioli, en cuanto al color del traje ha dicho que «quería que fuera ligero como un aura que irradia las emociones de la novia». ¿Velo para una boda civil? Posiblemente, un toque de romántica locura y una divertida forma de lucir un tocado formado por pequeñas flores, similares a las del ramo, inspiradas, claro, en el bosque gallego.