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Merecidísimo homenaje a Cuqui Fierro

La Infanta Pilar y Agatha Ruiz de la Prada, dos imprescindibles de El Rastrillo Nuevo Futuro, rindieron tributo a la aristócrata.

Cuqui Fierro, Agatha Ruiz de la Prada y la Infanta Pilar
Cuqui Fierro, Agatha Ruiz de la Prada y la Infanta Pilarlarazon

La Infanta Pilar y Agatha Ruiz de la Prada, dos imprescindibles de El Rastrillo Nuevo Futuro, rindieron tributo a la aristócrata.

Son ya 50 años los que El Rastrillo Nuevo Futuro lleva concentrando la solidaridad –gracias a la ayuda de 12.000 voluntarios– durante diez días prenavideños (esta edición, del 10 al 18 de este mes) para recaudar fondos y sustentar la labor que la ONG lleva a cabo en los hogares y centros de acogida que tiene por todo el mundo para menores de entre 0 y 18 años que están a cargo de las administraciones públicas, puesto que sus padres han perdido sus tutelas por diversas circunstancias. Un aniversario, pues, de gran enjundia y el momento idóneo para homenajear a todas esas personas que se han implicado de manera extraordinaria con la causa, como es el caso de Cuqui Fierro, una dama de la alta sociedad cuyo compromiso con Nuevo Futuro raya en los límites de la picardía. «Todos los domingos Cuqui invita a su casa a comer a distinta gente y, aprovechando, les vende cosas. Lo que recauda lo guarda y nos lo trae al Rastrillo todos los años en un sobre», desvela a LA RAZÓN la presidenta de Nuevo Futuro, Pina Sánchez Errazúriz. Este año su donación ha sido de 6.000 euros, que fueron entregados durante el almuerzo compartido con la presidenta de honor, la Infanta Pilar, y al que más tarde se unió Agatha Ruiz de la Prada, otra compromisaria con la causa a la que le llueven los agradecimientos en Nuevo Futuro y autora de la figura que le regalaron a Cuqui Fierro, una menina blanca con el clásico corazón rojo agathizado y en cuya placa se podía leer: «A Cuqui Fierro por su gran ayuda a Nuevo Futuro en estos 50 años».

Delantal de honor

La diseñadora no tiene ya puesto en El Rastrillo por falta de tiempo, pero lo tuvo durante muchísimos años y recuerda que acude, excepto en un par de ediciones o tres, desde que es pequeña. «Es lo que me inculcaron desde niña», reconoce. Quizá por eso ayer recibió el delantal de honor de La Venta del Toro y hoy Vistalegre le otorgará el trofeo La Mejor Faena.

Doña Pilar intenta estar en el Pabellón de Cristal de la Casa de Campo de Madrid «todos los días». Siempre pasa un buen rato en el puesto de su hija, Simoneta Gómez-Acebo, «El Capricho», un rincón del Rastrillo donde también la familia Barreiros y Urquijo, al frente de Aquilea, venden preciosas coronas de Navidad, pero también se pueden comprar los calcetines favoritos de Don Juan Carlos hasta cerámica. Un bazar al que Doña Pilar nos desvela que ayer fue para «ofrecerles una loza que compró en Mallorca hace 50 años». Un regalo del que seguro sacarán un buen dinero.

Como también en el puesto de libros Los Famosos, en el que su presidenta, Ana María García Miranda, se precia de que «este año vienen a firmar escritores de primera, más que ningún otro». Ayer, entre otros, estuvieron Irene Villa, Ana Samboal y Nieves Herrero. «Vengo todos los años. Yo no tengo tanto tiempo, pero mi madre estará todos los días. He traído libros y ropa», explica Irene Villa, quien recomienda «hacer limpia y desprenderse de las cosas que puedan ayudar a los demás. Nos hace sentirnos mejor y nos obliga a no necesitar más de la cuenta». Además de las citadas escritoras, estuvieron en El Rastrillo el padre Ángel, que ofició una misa, la actriz Fiorella Faltollano y Encarnita Polo.