Carmen Lomana

Respeto, no más humillaciones

Carmen Lomana con el diseñador Etxeberria
Carmen Lomana con el diseñador Etxeberrialarazon

Septiembre es el gran mes de los estrenos, la moda y el no parar de acontecimientos políticos, sociales y deportivos. Las elecciones catalanas es uno de los temas de conversación recurrentes que trae de cabeza al personal, aunque Arturo Mas sigue «a su bola» haciendo oídos sordos a las advertencias de las instituciones europeas sobre la imposibilidad de la independencia y continuar en la UE. Por encima de todo quiere quedarse con el cortijo para seguir haciendo de «su capa un sayo» y evitar dar explicaciones por todo el dinero malversado en Cataluña. Pero ayer un catalán universal, Pau Gasol, un catalán que nos ofreció a todos los españoles una victoria que nos sitúa en la final del Europeo de baloncesto y que celebró diciendo: «jugar para tu país es algo único, un orgullo diferente a cualquier otro», y su país es España y él lo reivindica.

Con naturalidad y alegría he celebrado haber ganado un pleito en el Supremo contra tres colaboradores de un programa líder de audiencia, que se dedicaron durante un mes nefasto para mí a calumniarme, injuriarme y dañar mi honor y el de mi familia de una forma tan despiadada y brutal que, al leer la sentencia, con algunas «lindezas» que me dedicaron reproducidas en la misma, volví a sentir el dolor que ya había intentado olvidar gracias a mi memoria selectiva. Creo que los seres humanos tenemos ese recurso de no recordar lo malo o al menos guardarlo en algún rincón de nuestra cabeza y sobrevivir sin rencor ni venganza, ya que el odio y el rencor al que hace daño es al que lo siente. Nadie merece públicamente ser calumniado y humillado de la forma en que yo lo fui, ante miles de personas con el único afán de destruir mi imagen. Sólo deseo que esta sentencia sea disuasoria para que nadie vuelva a sentir lo que yo sentí: ataques de ansiedad, miedo a salir a la calle, vergüenza de pensar que alguien podría creer todas las calumnias que, por decoro, aquí no puedo repetir.

En la vida no todo vale, yo he podido defenderme en los tribunales, pero muchas personas por falta de medios no pueden hacerlo y tienen que soportar tratos vejatorios e intromisiones en su vida y en su honor con la única respuesta del silencio.

Siento que mi madre no haya podido disfrutar de esta sentencia, ya que Fefa sufrió mucho, hasta el punto de entrar un día en antena por teléfono para defenderme. Siendo ella también causa de burla por su forma de hablar, según ellos «tan pija» como la mía. Pero como dicen los ingleses ,«next case», esto ya es historia.

Ayer fue el pistoletazo de salida de la «Mercedes Fashion Week», Cibeles de toda la vida, con una divertidísima fiesta que nos ofreció la revista «Yo Dona» a todo el universo de la moda. Pude ver a muchísimos amigos diseñadores estupendos, que nos deleitaron estos días con sus creaciones: Ion Fiz, David Delfín, Alvarno, Exteberria, Second Skin, Agatha, Ángel Schlesser, Roberto Verino y muchos más, en una soberbia exposición de sus vestidos rodeándonos mientas nos tomábamos un mojito y comentábamos nuestra vuelta al cole y lo bien que se está de vacaciones.

Otro evento muy simpático fue en el que Mario Vaquerizo hizo su presentación como diseñador para «The Hip Tee», unas camisetas preciosas en las que mezcla motivos religiosos y pop. Curiosamente, me enteré de que esa marca era la que yo llevé durante dos meses y me acompañaba noche y día durante mi vida de «náufraga» en «Supervivientes». La pobre quedó destrozada y ha sido una enorme alegría recibir una nueva exactamente igual. Siempre la guardaré con cariño en recuerdo de una aventura maravillosa.