Islas Baleares
Una propuesta para abrir Marivent al público
El Rey recibió ayer en Palma a Francina Armengol, presidenta del Gobierno de Baleares, quien le trasladó su intención de que se puedan visitar sus jardines
Francina Armengol, presidenta del Gobierno de Baleares desde hace un par de semanas, jamás había entrado en Marivent y, ayer, cuando acudió a la cita con el Rey Felipe VI, le pareció que los jardines que atravesaba hasta llegar al edificio «son de un gran valor para la ciudad». Al parecer le gustaron muchísimo, aunque no tuvo la oportunidad de ver el faisán que habita estos jardines ni tampoco hizo falta que la llevasen en uno de esos cochecitos de golf que utiliza la familia y el personal de palacio para moverse por los 33.000 metros cuadrados de la propiedad. Esta visita no fue para examinar sobre el terreno lo que el nuevo Gobierno quiere abrir al público, sino para corresponder a la invitación del monarca a despachar durante más de cuarenta minutos en su residencia veraniega y no en el palacio oficial de la Almudaina.
Los dos dirigentes comenzaron el encuentro hablando del último caso de violencia de género que ocurrió en la ciudad pocas horas antes del encuentro. También pasaron revista a los problemas de la ciudadanía balear, como la financiación, la conectabilidad con la Península y, cómo no, del tema estrella: la apertura temporal de los jardines que rodean la residencia de vacaciones real. Felipe VI «respeta la decisión política» del Gobierno de Baleares, que ha propuesto abrir al uso público esta parte del Palacio de Marivent entre nueve y diez meses al año y «ha prometido estudiar el proyecto, que ahora tenemos que elaborar para presentárselo».
La presidenta del Gobierno balear se hizo acompañar a la audiencia con el Rey por dos miembros de su gabinete y una persona de protocolo. Se encontró muy a gusto y lo encontró «muy cordial», porque es la segunda vez que se ven en una semana, así que «el hielo ya se rompió en La Zarzuela», afirman en su equipo. Como nota: Francina Armengol tiene en su despacho la foto del Rey Felipe junto a las banderas autonómica, la de España y la de Europa.
A pesar de Podemos, Marivent se abrirá sin agobiar. El pasado 14 de julio, las tres fuerzas políticas PSOE-PSIB, Podemos y Mes, que suman 34 escaños de los 59 que tiene el Parlamento balear y que han puesto a la socialista Francina Armengol en la presidencia del Gobierno balear, hacían público un pacto de gobernabilidad. En la sexta página de ese acuerdo, que consta de 19 páginas en total, se expone escuetamente en mallorquín: «El govern planteará al Estado y a la Casa Real la apertura de los jardines y los espacios públicos de Marivent de 9 a 10 meses al año». Algo que uno de los grupos, Podemos, entiende innecesario consultar, puesto que considera que, al ser un espacio de propiedad pública, pueden abrirlo sin necesidad de consensuarlo con sus regios inquilinos. Y serán precisamente los miembros de Podemos los que coordinarán la Comisión de Seguimiento que vigilará que los acuerdos de gobernabilidad se lleven a cabo. Unos, los que se engloban en el apartado de urgencia, en los 100 primeros días, y otros, como el caso de los jardines, a lo largo de la legislatura y «sin agobiar», como confirmaban a LA RAZÓN los responsables políticos en el gobierno.
Pegado a la catedral
En realidad, el verdadero Palacio Real de Palma de Mallorca es el llamado Almudaina, que sí tiene sus jardines abiertos al público y que se encuentra pegado a la catedral de Palma de Mallorca. La titularidad del bien llamado palacio del Mar y del Viento, Marivent, es de la Comunidad Autónoma de las Islas Baleares y se encuentra en Cala Majo, algo alejado del centro histórico de la ciudad. En 1973, la Diputación Provincial de Baleares cedió la finca a los entonces llamados «Príncipes de España», Don Juan Carlos y Doña Sofía, para su descanso estival y para la práctica de su deporte favorito, la vela. Por aquel entonces, el Rey Juan Carlos contaba jocoso en los inicios de la Copa de Vela: «Dicen que soy el más avaro porque siempre vengo a Mallorca a regatear».
Ayer, en Marivent, Don Felipe, sin atisbo de la presencia de Doña Letizia, que, como no llegue en las «próximas horas» se perderá el concierto que ofrecerá esta tarde su amigo Jaume Anglada en el Club Náutico, recibió a otras fuerzas políticas de las islas. También, en su residencia veraniega, ejercerá de anfitrión del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, el próximo viernes a las siete de la tarde. Eso, previsiblemente, le permitirá competir en la última jornada de regatas. El único acto oficial en el que seguro se podrá ver a la Reina Letizia, según las previsiones de la agenda de la Casa Real, será el miércoles 5 en la recepción a las Autoridades y a la Sociedad Balear en el Palacio de la Almudaina.
El detalle
Veranear donde lo hace el viento
El Palacio de Marivent cuenta con varias edificaciones distribuidas en sus más de 33.000 metros cuadrados. Las infantas y el actual Rey cuentan con su propia residencia, gracias a los terrenos y viviendas que eran colindantes con la finca y que fueron cedidos por el Ministerio de Defensa como resultado de las gestiones del entonces presidente balear, Gabriel Cañellas. Así, la casa «Sitio de Viento» o «Son Vent», anclada en el acantilado con un espléndido jardín mediterráneo con limoneros, higueras, palmeras, pinos, una piscina y hasta un pozo, se convertía en la residencia del heredero y actual Rey. Dispone de unas vistas sobre el Mediterráneo desde el porche que nada tienen que envidiar a las que se divisan desde Marivent, en la misma zona rocosa de Cala Major con salida a la zona militar de Porto Pi, donde tradicionalmente estaban atracados el barco «Fortuna» y el «Somni», ambos propiedad del empresario José Cusí, que se los cedió a la Familia Real.
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