Papel
Alberto Fernández Díaz: «Ser del Espanyol en Cataluña es ser auténtico»
Presidente del PP en el Ayuntamiento de Barcelona, admite que tiene una relación esquiva con internet
Se sabe de memoria los 73 barrios de Barcelona. Su ciudad y el Espanyol son las dos grandes pasiones del presidente del PP en el Consistorio
Pasqual Maragall, cuando todavía era alcalde de Barcelona, decía de Alberto Fernández que era el regidor que mejor conocía la ciudad. Basta una simple conversación para darse cuenta de que debe ser una de las pocas personas capaces de recitar los 73 barrios de Barcelona de memoria. El ex presidente de la Generalitat tenía razón. Casado y padre de tres hijos, defiende con orgullo su pertenencia a dos de las minorías más silenciadas de Cataluña: el PP y el Espanyol. Gran aficionado a las motos, tiene una Harley; inventó mucho antes que los nuevos partidos eso de renunciar al coche oficial.
–Usted ha estado en el Parlament y en el Ayuntamiento, ¿con qué se queda?
– Con el Ayuntamiento, sin duda. Me gusta la política municipal. Empecé ahí y ahí sigo. De algún modo colma mis aspiraciones. En el Ayuntamiento no todo son políticas de izquierdas o de derechas, es política de cercanía. Te da la oportunidad de vivir la política a pie de calle, con aspectos tangibles. Y más en una ciudad como Barcelona. Si no viviese aquí, vendría siempre de vacaciones.
–Entonces, ¿se cumple el tópico de la gente que se le acerca por la calle para comentar sus problemas?
–Rigurosamente. Desde quienes sólo quieren hablar de fútbol hasta otros que te abren las puertas de sus vidas.
–Dicen que es de los concejales que mejor conocen Barcelona.
–Hombre, tenga en cuenta que gracias a ese conocimiento el Grupo Popular ha sido capaz de plantear el 82 por ciento de las iniciativas municipales. Es nuestra obligación.
–Ha coincidido con casi todos los alcaldes de Barcelona, ¿con cuál se quedaría?
Con el Maragall olímpico. Es decir, el Maragall alcalde, nada que ver con el que después firmó el pacto del Tinell y abrió las puertas a los tripartitos que hundirían Cataluña. Maragall fue capaz de cambiar Barcelona hasta convertirla en la ciudad que es ahora.
– ¿A qué políticos admira?
–Me gustan los anglosajones. En primer lugar, Ronald Reagan. De hecho, en una campaña municipal utilizamos el lema «recuperemos Barcelona», inspirada en el «Bringing America Back!» de Reagan. Tuve ocasión de seguir en EE UU su campaña electoral del 84 con 23 años. Fue una gran experiencia y el lema se me quedó grabado. Me impresionó de él el orgullo con el que hablaba de su país y las ganas que tenía de sacarlo adelante. También me gustaría destacar a Margaret Thatcher y, sobre todo, a Winston Churchill. Fue capaz de superar la adversidad y ganar una guerra. Sin embargo, perdió las siguientes elecciones. Un gran hombre.
–¿Un lugar para perderse en Barcelona?
–La plaza Sant Felip Neri. Es una plaza monumental en la que todavía están presentes las heridas de la guerra (las paredes de la iglesia conservan los agujeros de la metralla), que nos recuerdan la tragedia de una lucha entre españoles, entre hermanos. Nos recuerda, por tanto, cómo superar adversidades que no sabemos valorar en la España de hoy. Me gusta ir antes de las 11 de la mañana, poco antes del recreo. Esa plaza es también el patio de un colegio. A esa hora se rompe la tranquilidad por unos chavales que juegan a la pelota en una plaza pública. Pero también recomendaría cualquier espacio que permita ver la perspectiva de Barcelona. Ya sea desde el mar a la montaña o viceversa, como el rompeolas.
–¿Qué relación mantiene con internet?
–(Resopla y sonríe) Soy más de latín y griego. Hasta el «post-it» me parece una tecnología punta. Siempre llevo los discursos escritos en servilletas o en algún papel que encuentro. Aún así, me hago cargo de mi perfil de Facebook. Pese a que intento abstraerme del mundo digital, lo utilizo más para buscar información.
–Los nuevos partidos políticos han puesto de moda el renunciar al coche oficial, hay quien dice que usted lo anticipó hace ya muchos años.
–Es cierto. No es sólo que pudiera utilizarlo, es que me asignaban uno para mí y renuncié. Yo en Barcelona me desplazo en moto, aunque obligue a los escoltas a hacer lo mismo. Y si sólo tengo uno o dos desplazamientos diarios, también prefiero el bus.
–También es capaz de subirse a la moto para ir a un acto en el Pirineo.
–Menos de lo que me gustaría, pero sí, cuando puedo. La semana pasada hice 1.300 kilómetros en tres días. El partido nos pidió el favor de acudir a algunos actos en aquellos lugares de Cataluña más distantes de Barcelona y, mire, como hacía buen tiempo, cogí la moto para ir a Lérida, Organyà y Viella.
–Muy futbolero y entregado al Espanyol.
–Que el cielo sea blanquiazul no es casualidad. Es la Providencia quien permite que el Espanyol siga en Primera División en una Cataluña, además, en la que no sçolo intentan que predomine el pensamiento único, también el equipo único. Ser perico en Cataluña es sinónimo de autenticidad y de romanticismo.
–¿Se ve toda la vida en política?
–Aunque ejercí diez años como abogado, lo cierto es que llevo mucho tiempo en política. Seguiré mientras tenga ilusión y el partido me quiera. Pero hay muchas formas de hacer política. Como por ejemplo desde entidades que luchan por el compromiso español en Cataluña. Y eso nunca lo dejaré.
–Ahora que está tan de moda, ¿le gustan las series?
–Soy más de documentales de historia. Me apasionan. Ahora estoy viendo una miniserie, «Band of Brothers», sobre la historia de una compañía de paracaidistas en la Segunda Guerra Mundial, desde que los reclutan hasta que los sueltan en Europa. Spielberg, el productor, aprovechó todo el material bélico de «Salvar al soldado Ryan» para hacer la serie. Impecable.
El lector
«Me gusta leer LA RAZÓN por ser un diario riguroso con el que puedo compartir sus valores editoriales y que cuenta, además, con un buen tratamiento informativo en sus secciones. Me gustaría destacar que se trata de un medio comprometido con aquello que para mí es esencial: España, la libertad y la pluralidad, la familia, el emprendimiento y el sentido social. Sería el periódico perfecto si dieran más noticias del Espanyol».
✕
Accede a tu cuenta para comentar