Gente

El falso amor de Victoria Federica

El torero Roca Rey no le dedicó palabras románticas a la sobrina del monarca en el ruedo, como se ha publicado, sino que brindó «por el futuro de la fiesta»

El falso amor de Victoria Federica
El falso amor de Victoria Federicalarazon

El torero Roca Rey no le dedicó palabras románticas a la sobrina del monarca en el ruedo, como se ha publicado, sino que brindó «por el futuro de la fiesta».

Resulta extraño que si alguien conoce a Victoria Federica y quiere declararle su amor, le diga en público: «Brindo por un futuro juntos. Eres la reina de mis ojos», en una plaza repleta. Por mucho que a Victoria le guste la tauromaquia y tenga amigos toreros, como Gonzalo Caballero, esa habría sido la peor declaración de amor y estaría abocada al fracaso más estrepitoso. Como idea era buena para colgar en redes sociales, si no fuera porque la destinataria, la hija de la Infanta Elena, es lo más alejado a una «instagramer» o «celebrity». Roca Rey, el torero autor de esa supuesta declaración de amor –hecha, según se ha publicado, al brindarle un toro a Victoria en Málaga–, se ha convertido en «figura». Sin embargo, el entorno del diestro enseguida ha rectificado la información. «Brindo por el futuro de la fiesta de los toros y de la institución que representas. Y porque los podamos ver todos juntos mucho tiempo». Así dicen que fue, realmente, el brindis del peruano. A pesar de que Victoria se ha criado con una crónica y un objetivo a sus espaldas, ha visto en casa que la exposición no les ha gustado a sus padres. Jaime Marichalar siempre se queja de que los periodistas nos inventamos sus cuitas y más desde los casos Corinna y Urdangarín. Sin embargo, al contrario que su hermano, el ínclito Felipe Froilán, ella lo ha llevado con más tranquilidad. Aún no se le conoce una mala actitud en público, todo lo más una cara de sorpresa o enfado. No pertenece al núcleo duro de la Familia Real, pero es sobrina y ahijada del Rey y prima hermana de la futura Reina. No se ha criado en un palacio, aunque los conoce y los frecuenta. Con sus amigos esquía, va al campo o sale de fiesta, pero aún no parece haber tenido novio, aunque no es extraño que tenga pretendientes que quieran bailar con ella cuando celebre su puesta de largo. Cumple 18 años el próximo 9 de septiembre. Dicen los que tratan a la joven que es cariñosa, observadora, tímida, educada y respetuosa con las costumbres; no duda en hacerle una reverencia a su abuelo al despedirse en público del Rey Emérito y es muy apegada a su madre; tanto es así que parece un calco de la infanta Elena en aficiones y físico. Quiere que se la llame Victoria, para sus redes sociales, que las mantiene privadas, y para sus amigos es «Vic». Le disgustó separarse de su hermano, primero cuando a Felipe le metieron en un internado de Guadalajara y, luego, cuando ella estuvo dos años interna en Londres, una educación inglesa en la que terminará su etapa escolar antes de entrar en la universidad. A Victoria le apetecía mucho regresar a Madrid y vivir con su madre, sin descuidar las estancias con su padre, al que adora. Se reparte entre los dos desde 2007, cuando anunciaron el «cese de la convivencia».

Igual a su madre

En su primer colegio, San Patricio, se aficionó a tocar el piano como actividad extra curricular, pero ya no lo practica. Sin embargo, la de montar a caballo no la ha abandonado nunca, tanto es así que ha llegado a participar en campeonatos de saltos infantiles y juveniles. Victoria es una gran amazona, como su madre, y aunque no disponga de caballo propio puede competir con el que le prestan o alquila. Acompaña a alguna cacería a su madre, pero no le apasiona disparar a animales. Sin embargo, a navegar sí que va con agrado. En Mallorca no se ha despegado de la Infanta; mientras ella competía, Victoria la seguía desde una lancha y le hacía fotos. No compite, pero podría, porque hasta el año pasado estuvo recibiendo cursos de vela junto a su hermano y sus primos Urdangarín, a los que está muy unida. Por cierto, que además de los toros, la hípica, el peinado con trenza larga, las pulseras con bandera española, la forma despreocupada en el vestir y la fotografía, también sigue la estela materna en la cocina y, en concreto, en la repostería. Ambas son seguidoras de «Master Chef».