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Laponia: Aitor Ocio, en la casa de Santa Claus

El ex jugador del Athlétic de Bilbao y del Sevilla disfrutó de estas vacaciones con su hermana, sus sobrinos y su hija
El ex jugador del Athlétic de Bilbao y del Sevilla disfrutó de estas vacaciones con su hermana, sus sobrinos y su hijalarazon

Finalizada su etapa futbolística, decidió dedicarse a otros sectores y alimentar sus inquietudes empresariales. Desde entonces todo lo que toca se convierte en oro. Tiene cabeza para los negocios. Actualmente es propietario de la Clínica Henao, en Bilbao, de cirugía y medicina estética; de la Clínica Hefit Sports, de entrenamiento personal, que cuenta con tres centros, uno en Vitoria y dos en Bilbao; y de Oriental Spa, del que hablan maravillas porque dicen que ha logrado crear un oasis balinés en plena capital vizcaína. A Aitor no le bastaba con eso y también es socio fundador del Grupo Abu, especializado en abrir mercado inmobiliario y que cuenta con promociones importantes en Sevilla. No para, pero si hay algo a lo que jamás renuncia es a pasar tiempo con su niña y su familia. El viaje que nos relata lo ejemplifica. «Hace seis inviernos fui a conocer a Santa Claus con mi hija, Naia, mis sobrinos y mi hermana. Fue una experiencia que recordaremos siempre y que recomiendo a todo el mundo. Es un personaje con el que hemos crecido, en el que hemos puesto muchas ilusiones, y la ocasión te permite conocer un país, una cultura y unas costumbres muy diferentes a las que estamos habituados.

Fueron cinco días intensos. Estábamos a 18 grados bajo cero, con tres o cuatro horas de luz solo al día, lo que fue muy impresionante para todos. Al final haces muchas actividades por la noche y es emocionante y lo disfrutas. Son experiencias nuevas. Merece la pena. También es cierto que llevábamos un plan muy organizado. Lo hicimos a través de Travel Kids, que hacen paquetes a medida para viajar en familia, y hay un Santa Claus específico para el grupo. También actividades con renos, con motos de nieve y todo lo que puedas imaginar. Perfectamente programado, estudiado y acondicionado. Las condiciones meteorológicas eran duras, pero lo hacen todo muy fácil y te permite divertirte y vivir la experiencia con total entrega. Los niños eran pequeños y conocer a Santa Claus en persona en su cabañita fue increíble para ellos. Un viaje inolvidable». No solo por el destino. También porque estar con los suyos es prioritario y eso siempre añade atractivo a las experiencias. «Disfrutar en familia me gusta especialmente y tiene un valor importante. Son los viajes que más me atraen, los que hacemos juntos. Laponia estuvo genial, aunque ahora ya, pasados los años, me apetece conocer otros lugares.

Además, una vez descubierta esa agencia que organiza todo desde que llegas al aeropuerto hasta que te dejan ellos también en el aeropuerto, me da mucha tranquilidad aventurarme a viajar con niños. Iría a mil destinos con ellos, pero siempre sitios que me permitan conocer otras culturas, otras costumbres, otras maneras de vida. Me gusta el ocio, y también impregnarme de lo que estoy viviendo en ese momento en todos los sentidos. Se aprende mucho».