¿Las lágrimas tienen forma de lágrima?

La ciencia de las lágrimas resulta fascinante. Los físicos, por ejemplo, han encontrado una explicación mecánica a su forma tan peculiar: ni ovalada ni esférica, simplemente forma de lágrima. La lágrima es una acumulación de líquido. En el minúsculo espacio de un lagrimal ocurre algo similar a lo que pasa en la boca de un grifo mal cerrado. El agua se acumula y crea una gota cada vez más y más pesada. Eso hace que la masa de líquido se desprenda a muy lenta velocidad. Durante unos instantes, mientras el peso de la gota no es suficientemente grande, las moléculas de agua permanecen pegadas a las moléculas de humedad del grifo. La gota se estira y cuelga justo unos instantes antes de caer. La parte superior de la gota contiene menos agua, como cuando llenamos de líquido un globo. Una lágrima, o una gota de grifo es realmente un minúsculo globo de agua relleno de más agua.

Los físicos han querido saber si la lluvia tiene la misma forma. Cuando somos pequeños solemos pintar las gotas de lluvia como grandes lágrimas. En realidad, según la ciencia, deberíamos pintarla como un batallón de pequeñas hamburguesas. Según comprobaron recientemente científicos de la NASA, cuando las gotas de lluvia se forman en la nube, la acumulación de agua genera una pequeña esfera. Durante los primeros segundos de su viaje hacia el suelo, mantienen ese aspecto, pero a medida que van cayendo la presión del aire achata su lado inferior y convierte a la gota en algo parecido a un pan de hamburguesa. Si la gota adquiere más peso (porque en su camino al suelo absorbe más humedad), el pan de hamburguesa se convertirá en una especie de paraguas que terminará fragmentándose en un grupo de gotas más pequeñas.

La diferencia entre gotas de lluvia y lágrimas puede parecer una simple curiosidad, pero es más importante de lo que se cree. Los meteorólogos estudian las formas de las gotas para conocer el estado de evolución de una tormenta. Es necesario saber exactamente cómo son las gotas que caen en una zona determinada porque su morfología puede definir si estamos ante el inicio o el final de un chaparrón o si se prevé una gran inundación.

Por si fuera poco, hoy sabemos que no existe un solo tipo de lágrimas. Si las miramos al microscopio, encontraremos tres modalidades que dependen del tipo de llanto que las genera. Las basales son las secreciones de líquido que periódicamente salen de nuestros ojos y que sirven para mantener el globo ocular hidratado. Las lágrimas reflejas se secretan cuando un agente extraño (una mota de polvo, un volátil de una cebolla...) nos ataca. Y las lágrimas emocionales son el resultado de un acontecimiento alegre o triste, de un espectáculo emotivo o de un dolor físico. Todas ellas están compuestas fundamentalmente de agua y sales que arrastran otros compuestos biológicos tales como anticuerpos, bacterias y enzimas.