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Entramos en el corazón de Stradivarius

Entramos en el corazón de Stradivarius
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En 2017 Stradivarius, la marca textil del grupo Inditex que se mueve en la franja de edad entre los 20 y 30 años, se instaló en un edificio inteligente y sostenible en Cerdanyola del Valles, a 40 minutos del centro de Barcelona, a la espalda del Tibidabo. La Razón es uno de los tres medios de comunicación invitados, por primera vez a conocer el espectacular cuartel general de más de 40.000 metros cuadrados con la calificación LEED, la nomenclatura ecológica más alta. Y como todo lo que rodea al mundo Inditex, ya les digo que es cuanto menos interesante, no solo porque no hay despachos, aunque sí jerarquías pero aquí da su opinión hasta el apuntador y la da porque de todo sacan provecho. Los empleados entran a las nueve de la mañana aunque haya quien lo haga antes porque un preparador físico coordina una tabla de zumba en el gimnasio del edificio, que llaman Stradigym, clase que repiten a la hora de la comida. Las tres plantas del edificio reciben luz natural por enormes ventanales con vistas a la sierra y son inmensos espacios de más de 7000 metros cuadrados prácticamente diáfanos, ahí trabajan profesionales de más de 30 nacionalidades distintas, todos juntos pero no revueltos los equipos de diseño, comunicación, ventas, on line, etc, en larguísimas mesas impolutamente blancas, como todo el edificio que es de impoluto blanco, con toques de madera y el verde de la vegetación. Por tener tienen hasta zona de descanso para las modelos, tiendas físicas en las que probar la colocación de las prendas, estudios profesionales de fotografía, maquillaje, comedor con menú o con bolsas de picnic por si te quieres ir al gimnasio o a la pradera a comer y el núcleo materno de todo este conglomerado, las costureras con sus máquinas de coser que elaboran los prototipos que enviarán a Asía, Turquía o Portugal para que fabriquen las prendas a gran escala. Todos los maniquíes con los que trabajan son la copia exacta de uno en talla 38, que le hicieron a la modelo de referencia que tienen en Stradivarius. Se llevaron a la joven a China y allí le hicieron el molde para replicar su cuerpo en los maniquíes donde se prueba todo. La gente trabaja y mucho, pero su medio ambiente es atractivo y confortable. Además son conscientes de estar participando en una de las empresas más envidiadas y estudiadas en el mundo entero.


Así es la colección Stradivarius

Y ya que estamos en el cuartel general, donde el departamento de diseño crea unas 6000 piezas anualmente, que se distribuyen desde los siete centros de distribución repartidos por todo el mundo, lo lógico es conocer el avance para esta primavera y verano de Stradivarius. Una colección que llaman “Elements” donde se aprecia que la tendencia ciclista viene fuerte pero lo hace con unas mallas divertidas con flores o en color flúor que se combina con americanas, también el macramé y los bordados suizos son indispensable tanto para vestidos como para chalecos largos y el estampado como si fuera descolorido por la lejía, el efecto tie-dye, volúmenes en las mangas y cinturas fruncidas, mucho top, el denim que es el plato fuerte de la casa, los detalles del estilo cowboy con sus flecos y botas vaqueras, la línea safari con sus colores tierra y pantalones cargo y las faldas de satén para darle el brilli que todo armario necesita. Todo en una gama de colores naturales haciendo un homenaje a la naturaleza, al viento, agua y arena. De hecho la concienciación ecológica es tal, en todo el grupo Inditex, que cada vez más buscan tejidos y técnicas sostenibles con el medio ambiente y la visita comenzó recogiéndonos en la estación del AVE en un coche eléctrico y regalándonos unas chancletas de Hawaianas, que es la última colaboración que han hecho.