Moda

Los Grammy: La pasarela de los horrores

Lady Gaga, Coco Austin y Cardi B, entre otras, volvieron dar muestra de que su concepto de la moda es el exceso

De izda. a dcha, Hailee Steinfeld, Coco Austin, Ava Max, Cardi B y Joy Villa
De izda. a dcha, Hailee Steinfeld, Coco Austin, Ava Max, Cardi B y Joy Villalarazon

Lady Gaga, Coco Austin y Cardi B, entre otras, volvieron dar muestra de que su concepto de la moda es el exceso.

Música y diseño van de la mano, aunque no siempre son un par bien avenido, como sí parece funcionar mejor el binomio cine-moda. Y así, un año más, la gala de los premios Grammy, celebrada en el Madison Square Garden de Nueva York el pasado domingo, se convirtió una edición más en la pasarela de los horrores. Plumas, floreados o transparencias poco elegantes al margen, hasta un vestido ideal para una noche de lucimiento, como el de raso blanco palabra de honor con falda en diseño «wrap» de Alexandre Vauthier, puede echarse a perder con unas botas en violeta metalizado. Así pues, si la cantante Hailee Steinfeld quería hacer honor a la película «Dando la nota», en la que participa, lo consiguió. Como también Joy Villa, que, salvo lo encomiable de su mensaje «anti» abortista, pintado por ella misma en el vestido de Pronovias de tirantes blanco, apareció disfrazada con una enorme tiara y una bolso de asas largas. Se puede llamar la atención y más por una causa «pro vida», de la que es defensora, pero de manera elegante y no para ser objeto de los más crueles «memes» en las redes sociales. «Es una recreación del retrato de mi hija, que pinté en 2007 a los 20 años, cuando estaba embarazada de ocho meses con mi hermosa hija, a quien di en adopción a una familia maravillosa. Me siento increíblemente bendecida por haber dado vida y espero alentar a cualquier persona en una situación similar a elegir la adopción frente al aborto», desvela en su Instagram.

Vestido nupcial

Otra cantante que se presentó a la gala vestida de novia fue Cardi B, conocida como «la rapera del Bronx», que cambió sus habituales atuendos coloristas por un vestido nupcial, cual revival de los años 80 y sus hombreras. Lució un traje blanco de volúmenes arquitectónicos, autoría de Ashi Studio, y zapatos de encaje de Christian Louboutin, que resultó tan chabacano como su forma de hablar: «Me siento nerviosa, abrumada, todo. ¡Mariposas en el estómago y la vagina!».

Por su parte, Lady Gaga volvió a dar muestra de que su concepto de la moda es el exceso. Fiel a su estilo extravagante, se enfundó en una pieza de encaje negro de Armani Privé formada por una amplia falda negra, demasiado ampulosa, con una impresionante cola y unas botas enormes de plataforma que deslucían, lo mismo que su peinado: una trenza que entrelazaba hilos negros como un corsé. Demasiado gótico el resultado para un Armani Privé. Capítulo aparte merece Coco Austin (38 años), aclamada por mayoría como la peor vestida de los Grammy. A pesar de la exuberante figura de la mujer de Ice-T (59), un vestido así, negro, de aberturas laterales sujetas con gomas, solo se lo puede poner alguien al que no le asome un michelín y no parezca incómoda, lógico, por lo apretado del resultado.

A Ava Max, con un espectacular traje de chaqueta floreado, le falló, sin embargo, el «bodysuit» que se puso para complementarlo (uno oscuro hubiera contrastado mejor que el color nude) y que el traje en sí no se ajustaba bien a su cuerpo por el material (jacquard).

Toque más glamuroso

Los dos «looks» que vistió Miley Cirus fueron el claro ejemplo de la elegancia que brilló por su ausencia en esta alfombra roja. El momento personal que vive tras publicar su último álbum y retomar su relación con Liam Hemsworth se está reflejando también en sus «looks». De ser primero una chica Disney y más tarde romper con todo y apostar por los estilismos rebeldes muy dados a buscar y encontrar la polémica, sorprendió por su «look» elegante en la alfobra roja de los Grammys. Nunca hubiéramos pensado que utilizaríamos este adjetivo para la artista. Primero con un mono negro de Jean Paul Gautier de aire masculino, que acompañó con una rosa para apoyar el movimientto del «Time’s Up», y después, sobre el escenario, con un vestido de princesa burdeos de Zac Posen (en la imagen) puso el toque más glamuroso de la gala.