Moda
Moisés NIeto digitaliza la pasarela
LA RAZÓN se adentra en los ateliers del diseñador de Jaén y de Teresa Helbig días antes de que presenten sus colecciones en la pasarela madrileña. Ella nos invitará a perdernos en un jardín de lujo y él, a abrir los ojos ante el futuro de la moda.
No puede recibirnos en la puerta de su atelier. Está ocupado dando los últimos retoques a la colección que en cuatro días presentará en el hotel Santo Mauro de Madrid, porque a Moisés Nieto Ifema se le queda pequeño: «Me apetecía hacer algo más personal y salir del recinto, ya que la moda está en la calle», afirma el diseñador de 34 años que pondrá el broche a la 68ª edición de la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid: «No me da miedo ser el último. De hecho, lo pedí yo porque quería hacer algo especial para cerrar».
Se asoma sonriente por la ventana y nos invita a entrar por el garaje de su taller, en pleno barrio de Carabanchel. Nada hace sospechar que tras sus paredes se esconde un universo de creación donde todo corre a marchas forzadas para el desfile del miércoles: «Estamos ajustando la colección y ultimando el “fitting” con las modelos», prosigue, no sin antes poner música de fondo que le ayuda a no agobiarse: «Intento no saturarme y hacer mi vida normal; voy al gimnasio por la mañana y por la tarde vuelvo pronto a casa, sobre las siete».
Reconoce que lo más complicado es la coordinación con los proveedores porque «cuando de-
cides salir de Ifema no tienes el apoyo de nadie, toda la producción corre a tu cargo». Y es que el desfile de Nieto no va a ser como otro cualquiera. «Se trata más bien de una instalación audiovisual, vamos a colocar pantallas en un salón del hotel que tiene forma de cubo, donde se va a proyectar el desfile», explica, y adelanta que solo dos modelos van a lucir los 25 «looks» que componen la colección. ¿Cómo será posible? Solo desvela que será un «show» virtual, novedoso en España y enfocado a las redes, donde se podrá compartir en tiempo real, ya que se emitirá en directo en las plataformas digitales de la firma. «Vamos a llegar a más gente que si estuviéramos en Ifema», añade, mientras se enciende un cigarro.
Da una calada y continúa deconstruyendo su desfile, al que describe como un «fashion film» porque «tiene detrás un argumento, para el que nos hemos basado en la película “Pierrot el loco” y en la Nouvelle vague». Aunque para él lo más destacable es la segunda parte, donde los invitados, además de poder adquirir los bolsos de su colección, disfrutarán de un cóctel y tocarán las prendas: «Para mí es esencial que la gente pueda interactuar con la ropa».
Le atrae el tú a tú, por eso, a cada pase de su desfile no acudirán más de 25 personas: «Será algo íntimo, una experiencia artística donde la gente descubra el por qué de cada prenda». Mientras apaga el cigarrillo y se levanta para despedirnos, asegura que ni está nervioso ni sigue ningún ritual previo, pero, sobre todo, que no es pesimista: «Los españoles solemos pensar que cuando las cosas van bien, algo malo tiene que pasar, pero yo soy optimista; tengo mis momentos y alguna que otra crisis de inspiración, aunque siempre miro hacia delante».
Diferente a lo habitual
Teresa Helbig, por su parte, nos recibe encantada de poder salir y despejarse, como dice, del «follón» que tiene dentro de su atelier de Barcelona. Para esta edición de la MBFW ha querido hacer de su desfile un jardín de nudos donde hay algo diferente a lo habitual, «esta vez sí habrá escenografía», comenta.
La diseñadora se muestra muy ilusionada con el trabajo que han realizado y no quiere que nos perdamos cómo la pasarela de Ifema se convertirá mañana en un «jardín muy particular y colorido con elementos naturistas y botánicos». Porque en esta ocasión, la idea proviene de un lugar delicado que representa «un refugio, un lugar de juegos», aunque reconoce que la inspiración realmente está detrás de «muchísimas horas de trabajo».
Esta edición de la MBFW se ha adelantado dos meses, lo que ha hecho que el ritmo frenético habitual en los momentos previos a la presentación de la colección sea aún más acelerado. Y Helbig y su equipo lo han notado: «Nos ha dado muchísimo miedo no poder hacerlo bien, hubo un momento en que pensamos que no podríamos con ello, pero lo hemos conseguido». Y es que, a pesar de que el equipo Helbig ya lleva varios años participando en la MBFWM, continúa manteniendo la misma ilusión. «Yo me sigo poniendo histérica cada seis meses, me gusta tanto lo que hago... La pasión es lo que nos envuelve».
Helbig es una de nuestras modistas más internacionales, ha sido apodada «la diseñadora de Hollywood» después de que varias actrices pasearan sus diseños por las alfombras rojas. «¿Te puedes creer que nunca pensé que pasaría? Es emocionante y es sinónimo de que estamos haciéndolo bien», comenta. Además, Doña Letizia ha lucido uno de sus diseños y Amaia vistió otro para representar a España en Eurovisión. Dos mujeres con estilos diferentes que para ella sí tienen algo en común: «Les une ese punto de querer ir guapas pero sin pasar desapercibidas, añadiendo esa esencia gamberra y canalla». Porque el espíritu de una mujer Helbig es «la pasión, la seducción y la provocación».
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