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Autocuidado

¿Te muerdes las uñas sin darte cuenta? Así puedes dejar de hacerlo

Decir adiós a las uñas mordidas no es imposible. Estos pequeños cambios pueden marcar la diferencia (y devolverle el protagonismo a tus manos).

¿Te muerdes las uñas sin darte cuenta? Así puedes dejar de hacerlo Freepik

Estás viendo una serie, repasando mentalmente todo lo que tienes que hacer mañana… y de repente, ahí estás otra vez: mordiéndote las uñas sin darte cuenta. No es algo que se planee ni que se haga con mala intención. Simplemente pasa. Y cuando lo notas, ya es tarde.

Si te reconoces en esto, no estás sola. Morderse las uñas es un hábito más común de lo que parece. Lo peor es que suele ir de la mano de momentos de estrés, ansiedad o aburrimiento, así que encima aparece justo cuando más necesitamos cuidarnos.

¿Por qué lo hacemos?

Morderse las uñas puede parecer un gesto menor pero a menudo responde a momentos de estrés o tensión emocional.iStock

Este gesto tiene nombre: onicofagia. No es solo una manía, sino un comportamiento repetitivo que, con el tiempo, se automatiza. Puede estar ligado a nervios, tensión, perfeccionismo o simplemente a la necesidad de liberar energía. Algunas personas lo hacen cuando se concentran, otras cuando están nerviosas. En cualquier caso, es algo que muchas veces se escapa de nuestro control consciente.

Qué puede provocar morderte las uñas (además de estropearlas)

Más allá del tema estético (que también importa), morderse las uñas puede dañar la cutícula, provocar heridas, infecciones o incluso deformaciones en la uña. A nivel emocional, también tiene su impacto: esconder las manos en fotos, evitar enseñar las uñas o sentir que no puedes mantenerlas bonitas puede afectar más de lo que parece.

5 trucos que sí funcionan para romper el hábito

No hay una fórmula mágica que funcione igual para todo el mundo pero sí hay pequeños cambios que pueden ayudarte a romper ese automatismo. Aquí van algunos que sí marcan la diferencia:

  • Lleva las uñas pintadas, aunque sea con una base transparente. Cuando las ves cuidadas, da más reparo estropearlas. Además, te acostumbras a prestarles más atención.
Pintarse las uñas puede ser algo más que estética: un gesto consciente para empezar a cuidarlas de verdad.Freepik
  • Prueba un esmalte con sabor amargo. No es agradable pero funciona como recordatorio inmediato. Si estás a punto de morderte la uña, el sabor te frena en seco.
  • Ten algo en las manos. Un anillo que puedas girar, una pulsera elástica, un llavero pequeño o incluso una bolita antiestrés. Cualquier objeto que puedas manipular te ayuda a redirigir ese gesto automático cuando notes las ganas de morderte las uñas.
  • Crea una mini rutina de cuidado. Aplicar crema de manos, masajear las cutículas o limar suavemente las uñas puede ayudarte a prestarles más atención y empezar a cuidarlas como se merecen.
Dedicar unos minutos al cuidado de las uñas ayuda a romper el gesto automático y centrarse en algo positivo.Freepik
  • Haz seguimiento de tu progreso. Hacerte fotos, apuntar los días sin morderte las uñas o simplemente darte cuenta de que ya no lo haces con tanta frecuencia, también motiva.

Cuando dejarlo es solo el primer paso

A veces pensamos que cuidar las uñas es solo una cuestión de estética pero va mucho más allá. Es un gesto pequeño, sí, pero también una forma de reconectar contigo misma. De estar más presente. De darte cuenta de cómo estás y qué necesitas.

Si llevas años mordiéndote las uñas, no esperes que se solucione de un día para otro. Pero si empiezas a prestarle atención, a cuidarte, a darte tiempo… algo empieza a cambiar. Y sin darte cuenta, vuelves a sentirte bien con su aspecto.

Porque dejar de morderte las uñas no va solo de tenerlas bonitas, sino de recuperar el control (y el cariño) por algo tan tuyo como tus manos.