Aprendiendo a superar la pérdida

El Grupo de Trabajo de Psicología del Duelo organiza actividades gratuitas con el fin de normalizar la muerte como parte de la vida.

El día de los Fieles Difuntos complementa al de Todos los Santos y la tradición marca ese día en el calendario, por más que se empeñe Halloween en recrear una especie de carnaval tétrico, como una jornada para meditar y/u orar por aquéllos que ya no están en vida. El Colegio Oficial de Psicología de Andalucía Occidental viene celebrando unas actividades a cargo del Grupo de Trabajo de Psicología del Duelo y la Pérdida de la Delegación de Sevilla del órgano colegial con motivo de esta celebración. Se trata de actividades gratuitas que comenzaron el 24 de octubre y finalizan el miércoles 2, con el objetivo de mostrar la importancia de superar un duelo por la pérdida de un ser querido. Cada día, sólo en Sevilla capital, más de una veintena de familias pasa por este trance.

El Grupo de Trabajo de Psicología del Duelo y la Pérdida del Colegio Oficial de Psicología de Andalucía Occidental persigue la normalización de la pérdida como parte de la vida. Estudios recientes demuestran que casi el 5% de la población sufre anualmente la pérdida de un ser querido muy cercano. El tiempo medio de duración del duelo suele ser de 6 a 12 meses, pero en el 10% de los casos persiste más allá de 18 meses y se cronifica. Alrededor de un 20% de los padres que pierden a un hijo no llegan a superarlo nunca. Asimismo un 20% de pacientes atendidos en hospitales psiquiátricos, tienen un duelo no resuelto. La experiencia del duelo por muerte de familiares puede tener un efecto sobre el sistema endocrino e inmune y se constata un elevado riesgo de morbimortalidad después del duelo, especialmente ante la viudez. La realidad de estos estudios realizados refleja en relación al consumo de psicofármacos que ha habido un gran aumento en los últimos años y más de un millón de personas acuden a los servicios de urgencias por problemas relacionados con el uso inadecuado de psicofármacos.

En la actualidad no se proporciona a las personas los espacios adecuados para poder sufrir las pérdidas de un ser querido, la sociedad se ha olvidado de cuáles son las tareas propias de cada momento en los procesos de duelo y ante cualquier pérdida. «No se nos da la oportunidad de estar tristes, se nos niega el derecho a la pena y a expresar la tristeza públicamente», señala Asunción Jiménez Cardoso, responsable del Grupo de Trabajo Psicología del Duelo y la Pérdida de la Delegación de Sevilla del Colegio Oficial de Psicología de Andalucía Occidental. Esta realidad ocasiona un empeoramiento de nuestra vida y de nuestras capacidades de afrontamiento de situaciones difíciles, ocasionando un agravamiento o cronificación de los problemas psicopatológicos existentes con anterioridad y un aumento de la frustración, entre otros. Los profesionales destacan la necesidad de sufrir un duelo sano y para ello desde el Grupo de Trabajo de Psicología del Duelo y la Pérdida del Colegio de Psicología de Andalucía Occidental se han creado unos espacios de reflexión que permitan normalizar la pérdida como parte de la vida. «El duelo, duele, pero con él reconstruimos nuestra vida con cimientos más fuertes y adaptativos», resalta Jiménez Cardoso.

El miércoles a las 19:00, el Círculo Mercantil e Industrial de Sevilla acoge el cinefórum «Despedidas», en el que se pretende destacar la importancia de los rituales en el proceso de elaboración del duelo; el valor de los aniversarios y las fechas importantes de pérdida, y el peso simbólico de recordar a nuestros seres queridos en días como el de Los Difuntos. El pasado 24 de octubre, el Centro Cívico las Sirenas abordó la charla informativa titulada «Mamá, papá... ¿Dónde está mi abuelo?», una reflexión sobre el proceso de duelo y pérdida en el niño dando herramientas a los padres para poder ayudar y entender el proceso de duelo en los menores, allanando el camino para que sus hijos elaboren el duelo de forma adaptativa. El martes 25 se celebró el taller «De vivir contigo, a vivir en mí», para promover en la población una reflexión sobre «la pérdida y el duelo»: una forma de comenzar el camino para elaborar el duelo de forma adaptativa, liberándolo de obstáculos y perjuicios, comprendiendo el acercamiento al concepto de pérdida y duelo; la expresión emocional; la visualización; el concepto «Aprender a que vivas en mí»; y, por último, la relajación.