Cádiz salinera...

La manifestación de la Plaza de Colón de Madrid ha llenado hasta la tortura todo los espacios informativos. Declaraciones, análisis, interpretaciones... prácticamente a todas horas. Las contradicciones estaban servidas, desde los 45.000 manifestantes de la Delegación del Gobierno, a los más de 200.000 de los organizadores. Desde el «aquí está toda España», al «no se trata más que una reunión de unos cuantos fachas en Madrid». A punto del colapso, saltó la noticia que me devolvió a la vida normal. Unos aficionados al fútbol del Cádiz, cuando se enteraron de que había autobuses gratis, con bocadillos incluidos, no se lo pensaron, se apuntaron y hasta Madrid llegaron, pero en vez de a la Plaza de Colon, marcharon raudos hasta Alcorcón, donde su equipo jugaba con el club de la ciudad dormitorio por excelencia de Madrid. Para colmo de la felicidad, el Cádiz ganó el partido, así que vuelta nocturna a la tacita de plata durmiendo plácidamente. El día había sido duro para los manifestantes, muchas horas en pie, mucho canto, las banderas terminan pesando mucho, las alegrías también agotan. Esta anécdota es Cádiz con toda la sal. Ahora que están a punto de carnaval, sería oportuno que una chirigota hiciera una coplilla, con este tema, para cantarla en el Falla. Unos días antes de que se casara Rocío Carrasco, quedé a tomar una copa en el estupendo bar del hotel Villa Magna de Madrid, con la novia y su madre, la gran Rocío Jurado. Le entregué el regalo, que era algo de uso personal, al tiempo que le advertí de que no podría asistir al enlance. Ambas se enfadaron mucho, les expliqué que en Domingo de Ramos no se casa nadie en Sevilla y menos en una finca a más de una hora de la capital. Por las mismas razones no iría a votar si las elecciones se celebraran el 14 de Abril –supongo que la fecha se la habrán sugerido a Sánchez los socios de Podemos–. De sobra sé que esto no es más que un tiro de fogueo. Pero ya está bien de juegos con los ciudadanos.