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Díaz planta cara a Ferraz y se dispone a aguantar hasta las próximas andaluzas

Cree que el nuevo gobierno de coalición entre PP y Cs, con el apoyo de Vox, nace «como un pato cojo»

La presidenta en funciones de la Junta, Susana Díaz, ayer en la sede regional del PSOE-A (Foto: Manuel Olmedo)
La presidenta en funciones de la Junta, Susana Díaz, ayer en la sede regional del PSOE-A (Foto: Manuel Olmedo)larazon

Cree que el nuevo gobierno de coalición entre PP y Cs, con el apoyo de Vox, nace «como un pato cojo»

Después del descalabro electoral del PSOE-A en los comicios autonómicos del 2D y de perder la Junta tras 36 años consecutivos de gobiernos monocolores, la presidenta en funciones, Susana Díaz, lanzó ayer un órgado a Ferraz –empeñado en anularla políticamente– y se mostró dipuesta a aguantar en la oposición hasta las próximas elecciones andaluzas. De esta manera, confirmó que liderará una oposición «responsable, constructiva y útil» en el Parlamento andaluz.

Díaz compareció en la sede regional del partido para asegurar que los socialistas andaluces están ya preparados para afrontar las elecciones autonómicas cuando sean, sobre todo, después de haber oído al presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, o a un dirigente de la «extrema derecha» de Vox hablar de elecciones «inminentes».

En cuanto al futuro gobierno de coalición entre PP y Ciudadanos, presidido por Juanma Moreno, y que cuenta con el apoyo de Vox, manifestó que nace como un «pato cojo» y marcado por la «inestabilidad», con «desconfianza» entre los propios partidos que conforman ese «tridente» de la derecha y extrema derecha.

Díaz se empeñó en señalar que ha trasladado al secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con quien habló por última vez para felicitarse las fiestas navideñas, su intención de liderar la oposición en Andalucía y que en él ha encontrado «apoyo y cariño». Sin embargo, las voces críticas no han tardado en aparecer. El delegado del Gobierno en Andalucía, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis –enfrentado a Díaz y hombre de confianza de Sánchez en la comunidad autónoma–, aseguró que está en su derecho de «querer liderar la oposición», aunque el futuro del PSOE andaluz pasa por «una reflexión y debate» por parte de sus 40.000 afiliados. Celis recordó que el PSOE cumple 140 años este 2019, un partido que ha pasado por distintos momentos históricos de relevancia, «como la dictadura o el largo periodo de terrorismo en España». Por tanto, la formación «ha sido protagonista de los buenos momentos en España y Andalucía», ahondando en que «muchos avances han venido de la mano de gobiernos socialistas».

Sánchez reconoció recientemente que se había cerrado un ciclo en Andalucía, unas palabras que suscribió Gómez de Celis. «Es obvio que sí puesto que, tras 36 años de gobiernos socialistas, previsiblemente se pasará a un gobierno de derechas». Así, señaló que en Andalucía se abre el gobierno a «la triderecha» mientras que en España hay un nuevo ciclo con el Ejecutivo de Sánchez, que «va a estar vigilante para que no hay ni un solo retroceso» en los derechos de las mujeres o colectivos minoritarios.

Por su parte, la presidenta en funciones situó su futuro político en Andalucía, descartando cualquier otra aspiración nacional tras la derrota orgánica frente a Sánchez. En este sentido, confirmó que no será senadora en representación de la comunidad autónoma y quiso dejar claro que no existe ninguna «discrepancia en materia orgánica» ni con Sánchez ni con el resto de la dirección federal, sobre todo, porque todos los socialistas andaluces están al lado de esa dirección federal.

En cambio, no descartó que en algún momento pueda haber alguna «discrepancia política» ante asuntos en los que ella tenga que salir en defensa de Andalucía: «Yo siempre pondré la defensa de Andalucía por delante de la defensa de los intereses de nuestro partido». Ahora la comunidad autónoma sí es su prioridad, a diferencia de cuando aspiró a la secretaría general del partido.

De cara a la cita electoral del próximo mes de mayo, cuando están convocadas las municipales, auguró que van a ir «muy bien» para el PSOE en España y en Andalucía, porque la gente «ya le ha visto el plumero a la derecha», por lo que espera «una importante movilización de la izquierda».

En cuanto al futuro gobierno de coalición PP-Cs, Díaz mostró su preocupación por el hecho de que las decisiones se hayan tomado en despachos de Madrid, por parte de representantes de esos partidos y de Vox ajenos a esta tierra. «Confío en que no se gobierne Andalucía desde Madrid», sostuvo, una vez que el nuevo ejecutivo empiece a andar. Un nuevo gobierno que, según la presidenta en funciones, viene marcado por la «inestabilidad» política y por la «desconfianza» entre los propios partidos que han llegado a acuerdos, en clara referencia a Cs y Vox.

Los populares le afean que «agite el fantasma de la inestabilidad»

El PP-A afeó ayer a la presidenta de la Junta en funciones, Susana Díaz, que agite «el fantasma de la inestabilidad», a la par que le replicó que la legislatura, con un gobierno de los populares y Ciudadanos, «va a tener más estabilidad que el del PSOE-A». La portavoz parlamentaria del PP-A, Carmen Crespo, ha lamentó que Díaz «siga fuera de la realidad» y la animó a «asumir el nuevo papel que le ha tocado a ella y al PSOE-A, que es estar en la oposición». De este modo, advirtió de que la socialista «saca ahora el fantasma de la inestabilidad» para «escapar de su propia inestabilidad y de la del PSOE-A, por eso acusa a los demás de eso mismo». En este sentido, Crespo pidió a la presidenta en funciones que deje la «soberbia», toda vez que consideró que el PSOE-A perdió votantes en las pasadas elecciones, también «entre los propios socialistas», por «la falta de humildad y por la soberbia». «Estamos en un momento histórico y el cambio ya tiene fecha», dijo.