Política

Andalucía

Endesa apuesta por la movilidad sostenible

La compañía cuenta con un centenar de vehículos eléctricos y más de 500 híbridos, el 25 por ciento de su flota

Un momento de la salida desde Sevilla de la quinta etapa de la Vuelta / Foto: Manuel Olmedo
Un momento de la salida desde Sevilla de la quinta etapa de la Vuelta / Foto: Manuel Olmedolarazon

Esta semana se ha completado la quinta etapa de la II Vuelta a España en Vehículo Eléctrico, concretamente 140 kilómetros que separan Sevilla y Córdoba. Se trata de una iniciativa enmarcada en uno de los retos más importantes que tiene Endesa a corto y medio plazo, que es la descarbonización de la economía y la lucha contra el cambio climático. Y la clave para afrontar este desafío es promover la electrificación de la demanda energética y la sustitución del uso de combustibles fósiles por otros de origen renovable.

Esta segunda edición de la Vuelta cuenta con un total de diez etapas. Finalizará el próximo día 11 en Madrid, tras recorrer más de 1.000 kilómetros y 16 provincias españolas, tanto de la península como de las islas. Al mando del KIA Soul EV estuvo Juan Refoyo, empleado de Endesa en Sevilla y usuario habitual del vehículo eléctrico. Llevó como copiloto durante la etapa andaluza a Pepe Rodríguez, rostro televisivo muy popular por su participación en el programa Masterchef. Según Francisco Arteaga, director general de Endesa en Andalucía y Extremadura, en la compañía «estamos firmemente convencidos de la necesidad de fomentar la movilidad eléctrica en las ciudades y qué mejor forma de hacerlo que dando ejemplo». Por ello, Endesa cuenta con un plan de movilidad para empleados que solo en Sevilla cuenta ya con 43 trabajadores, que «circulan con cero emisiones en sus desplazamientos particulares».

Todos podemos ser testigos de la II Vuelta a España en Vehículo Eléctrico. Los coches llevan instaladas cámaras en su interior, así que después de cada etapa están disponibles en la web oficial de la Vuelta vídeos que resumen las jornadas. También juegan un papel muy importante las redes sociales, con fotos, vídeos y reportajes sobre movilidad eléctrica con el «hashtag» #eVuelta. Además, esta edición cuenta con un juego de participación ciudadana. A través de @Endesa en Twitter y el perfil de Endesa España en Facebook se van lanzando diferentes pistas para encontrar el vehículo eléctrico de la etapa.

Gracias al proceso de optimización y electrificación de la flota de Endesa, la compañía cuenta con un centenar de vehículos eléctricos y más de 500 híbridos. En conjunto suponen casi el 25 por ciento de la flota. Para incentivar a los directivos a que escojan este tipo de modelo de transporte, la empresa ofrece aumentar la cuota que reciben para el renting: un 20 por ciento o un 40 más si es híbrido o eléctrico puro, respectivamente. Además, Endesa se compromete a ampliar el despliegue de la instalación de infraestructura de recarga en las distintas sedes de la empresa por España.

Todo ello se enmarca en el Plan de Movilidad Sostenible y Segura, una iniciativa que tiene una visión integral de la movilidad y que contiene más de 20 acciones para fomentar la movilidad sostenible en los empleados, flotas, proveedores, clientes y la sociedad en general. Entre otras medidas, contempla la electrificación de la flota, la instalación de dispositivos para mejorar la eficiencia y seguridad en la conducción, el «car sharing», «car pooling», la formación en conducción eficiente, el impulso de medidas de flexibilidad horaria y teletrabajo, la tarjeta de transporte público para empleados o soluciones tecnológicas para evitar desplazamientos para las reuniones de trabajo.

«La transición hacia un sistema energético limpio ya no es una opción, sino un camino obligado»

Rafael Sánchez es director de Relaciones Institucionales de Endesa en Andalucía y Extremadura.

–¿Cómo convencería a una persona que está pensando comprarse un coche eléctrico?

–Si la persona ya es consciente de los problemas derivados de la quema de combustibles, sería relativamente fácil de convencer. Simplemente necesita conocer que el vehículo eléctrico es la vía para eliminar las emisiones de dióxido de carbono y la contaminación de las ciudades. Apostar por él es poner nuestro granito de arena para frenar el calentamiento global del planeta y permitir un aire limpio para nuestras familias. Un par de datos más: el transporte por carretera es el responsable del 24% de las emisiones de gases de efecto invernadero y el 35% de las emisiones de óxido de nitrógeno NOx, de azufre SOx y partículas que son respiradas en nuestras ciudades. Y para convencer definitivamente, solo habría que dar datos del coste por recarga: por debajo de los 2 euros por cada 100 kilómetros y 5 si realizamos recarga rápida. Es decir, obtendríamos un ahorro de entre el 50% al 90% en relación al combustible, a lo que hay que añadir que el mantenimiento de un vehículo eléctrico es hasta un 80% más barato que los motores térmicos, además de la gran cantidad de ventajas fiscales o de circulación. Con estos argumentos, esperamos que antes de 2030 hayamos alcanzado un 25% de vehículos eléctricos o híbridos enchufables, porque la transición hacia un sistema energético limpio ya no es una opción, sino un camino obligado.

–El Gobierno contempla subvenciones para adquirir coches eléctricos. ¿Cómo valora esta iniciativa?

–Las subvenciones suelen ser una forma de incentivar, pero personalmente creo que generan una expectativa cuando van a salir y luego paralizan los mercados. Para muchos es aún una alternativa desconocida, pero cada vez son más los conductores que se interesan por los eléctricos. En países referentes donde ha triunfado el vehículo eléctrico por conciencia social el incentivo clave a la hora de decidir la compra ha sido la fiscalidad indirecta, es decir, el IVA.

–¿Teme que se cree una burbuja en este asunto y que luego se rompa, tal y como ocurrió con las energías renovables

–Hay que dejar al mercado que se desarrolle con orden, primero con una oferta competitiva de fabricantes de automóviles, segundo creando una red de recarga que evite la incertidumbre y, luego, dejar al mercado que mande, que marque su ritmo de evolución.