Sevilla

La aventura que supone ir al colegio en Burguillos dura ya más de siete años

Los padres del Manuel Medina continúan sin respuesta firme de la Junta ante el estado de ruina del centro actual

Las caracolas han invadido el patio, los más pequeños han sido ubicados a un kilómetro de distancia
Las caracolas han invadido el patio, los más pequeños han sido ubicados a un kilómetro de distancialarazon

El pueblo de Burguillos continúa un curso más con su particular guerra con la Junta de Andalucía. La localidad sevillana viene reclamando desde hace siete años la construcción de un nuevo centro ante el grado de hacinamiento que los alumnos vienen padeciendo. El AMPA del CEIP Manuel Medina viene reivindicando desde mayo de 2013 un avance definitivo en las gestiones para acelerar los pasos urbanísticos y que el nuevo colegio deje de ser una promesa, pero ante la falta de respuestas e iniciativa por parte de la Consejería de Educación, los padres se plantean «volver a la calle y a los encierros».

José Ángel Villarreal, portavoz de los padres de Burguillos, recuerda las «pegas» que la Delegación Provincial ha venido poniendo hasta ahora. Primero fue la falta de un terreno para la nueva construcción. Finalmente, el Ayuntamiento facilitó una parcela que ha recibido el visto bueno de la Junta, pero el calvario no ha cesado. En una reunión con el subdirector de planificación y el propio delegado, Francisco Díaz Morillo, se insistió a los padres en que el nuevo centro era «una prioridad». «Supuestamente, en octubre se licitó el proyecto pero la realidad es que hoy no sabemos nada al respecto. En teoría en abril se saca a concurso la obra», señala Villarreal. Los padres habían sido convocados a una reunión en este mes pero no llega. «Nos debían informar de las novedades; no lo han hecho y dudamos de todo».

El CEIP Manuel Medina de Burguillos alberga en la actualidad a más de 850 alumnos. La mitad de ellos se encuentran realojados en caracolas. A priori, este podría ser un problema, pero no es el mayor. El estado del centro provoca que incluso los padres prefieran a sus hijos en estas instalaciones una vez superados los inconvenientes iniciales con las aulas prefabricadas.

El grado de masificación provocó hace ya años que Infantil se trasladase a un terreno a un kilómetro de la sede original. Allí hay, a día de hoy, 325 alumnos aproximadamente, todos en caracolas y sin un área de recreo idónea. Los 530 niños y niñas de Primaria se apiñan cada año un poco más en el viejo edificio de la calle de Concepción de Osuna. Este verano, y después de las denuncias del AMPA, se colocaron cuatro caracolas en el patio, reduciendo el patio. En ellas dan clase cuatro clases de 3º de Primaria, que empezaron el curso sin cuartos de baño. Sólo tras la aparición en diferentes medios de comunicación de los problemas que acarrearía -sobre todo cuando apareciesen la lluvia y el frío- reaccionó la Delegación.

El estado del centro es cada día «más ruinoso». A finales de noviembre el Ayuntamiento tuvo que tirar con carácter urgente un muro en el patio de los niños de Primaria ante el peligro de derrumbe.

«Hablamos de un centro que carece de servicios básico para el crecimiento de nuestros hijos: no hay biblioteca, no hay gimnasio, el patio donde juegan los niños cada es más pequeño, han tenido que meter a los niños este año en caracolas para poder tener aula de maestro y que el taller de apoyo no este en el pasillo...». La preocupación se acrecienta cuando los padres comprueban cómo la Delegación sigue licitando obras de mejora otros centros de la provincia como Umbrete y Alcalá. «Sabemos que la construcción de un nuevo centro lleva tiempo pero la urgencia en Burguillos es máxima». El Ampa ha invitado al delegado a visitar el colegio y aprecie en persona las carencias, «y si tenemos que volver a los encierros, volveremos, la construcción de un nuevo centro es primordial para nuestro pueblo».

Deteriorio, incomodidades y falta de espacio. Las caracolas han invadido el patio, los más pequeños han sido ubicados a un kilómetro de distancia, las zonas comunes han sido utilizadas para dar clases, las escaleras como bibliotecas, los profesores no tenían sala propia y ni siquiera hay un gimnasio. Los libros se amontonan en los rincones mientras se habilita una biblioteca provisional

El colegio «fantasma» que el ex alcalde sólo creyó en sueños

Burguillos sufrió los desvaríos de la gestión del alcalde socialista José Juan López durante años, llevando al ayuntamiento a la ruina. Uno de los megalómanos proyectos, todos inacabados, fue la construcción de un gran colegio que se quedó en el armazón –como se puede ver en la imagen– por la falta de financiación. Los vecinos y padres de la localidad hablan con estupor de una inversión desastrosa, un colegio fantasma que el Gobierno actual ni siquiera puede derribar por el coste que supondría.

Seis años después, Educación adjudica las obras de ampliación del instituto Lauretum de Espartinas

Fue en el año 2008 cuando la Junta de Andalucía solicitó al Ayuntamiento de Espartinas (Sevilla) la cesión de una parcela para la construcción de un instituto. Desde esa fecha hasta ahora, cuando la Administración autonómica acaba de licitar las obras, han pasado seis años, se ha modificado el proyecto y muchos alumnos han tenido que recibir clase en seis aulas prefabricadas. En un principio, estaba prevista la construcción de un nuevo instituto, dada la amplia demanda del municipio, aunque finalmente se ha optado por ampliar el actual instituto Lauretum, con un nuevo aulario con capacidad para 240 alumnos. El nuevo edificio albergará ocho aulas polivalentes, además de aseos, cuartos de instalaciones y de limpieza. La Consejería de Educación acaba de adjudicar los trabajos por un importe de 719.685 euros. Las obras, enmarcadas en el Plan de Oportunidades Laborales de Andalucía (OLA) tendrán una duración de nueve meses.