Andalucía
La excepción a la regla en la provincia de Jaén
Mancha Real rompe la tendencia de destrucción de empleo gracias a iniciativas como «Ven y Vívela», la campaña que atrae población a la ciudad
En el contexto de pesadumbre y desolación que la provincia de Jaén vive en estos tiempos, en forma de destrucción de empleo y pérdida de población, destaca la nota discordante o excepción a la regla que supone el municipio de Mancha Real. El otrora motor industrial de la comarca de Sierra Mágina vive una suerte de segundo renacer tras momentos más aciagos en los que lideró el ranking nacional de destrucción de empleo y desertización industrial.
«La verdad es que era difícil de imaginar que, en tan poco margen de tiempo, se haya revertido la tendencia tan pesimista que teníamos en Mancha Real», confiesa Ildefonso Ruiz, concejal de Comunicación y creador de la campaña «Ven y Vívela» que está consiguiendo levantar un sector denostado como el inmobiliario. «A principios de 2015 teníamos el 25 por ciento de la vivienda desocupada de la provincia y el metro cuadrado de suelo más barato de Andalucía. Pensamos convertir ese problema en una oportunidad». Hoy los números juegan a favor del Ayuntamiento, ya que en el primer trimestre de 2017 la ciudad ya ha registrado más movimientos en el sector inmobiliario que en todo 2014.
«La clave ha sido huir del concepto ciudad dormitorio para apostar por un lugar donde residir con calidad de vida», que «está haciendo que un sector de población de nivel medio-alto esté escogiendo Mancha Real para fijar su residencia», señaló Ruiz, quien destacó que «Mancha Real ofrece todos los servicios de una capital, con la tranquilidad de vivir en un entorno bien comunicado y rodeado de naturaleza».
La ciudad, además, presume de un dato excepcional en el entorno de la provincia que más empleo destruyó en el pasado trimestre, pues presenta los datos de desempleo más bajos de esta década. «En junio de 2015 contábamos con 1.017 parados y a día de hoy tan solo 749, en un contexto en el que ganamos población, lo que supone un descenso de un 26 por ciento en tan solo dos años». Desde el ayuntamiento del municipio lo achacan a «que la industria maderera local está tomando aire y a la aparición de nuevos emprendedores, algo que desde el primer momento apoyamos desde el consistorio fijando tasas de apertura de negocio low-cost por las cuales se puede abrir un negocio desde solo veinte euros».
La ciudad –prosigue Ruiz– «ahora mira al futuro y además de la inminente legalización de parte del polígono industrial, queremos relanzar el sector turístico para crear un nuevo nicho de actividad que permita diversificar y ampliar la capacidad económica de nuestro municipio».
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