Patrimonio

La Junta sólo invierte 120.000 euros en el «inmenso» patrimonio de la Iglesia

La Consejería de Cultura asegura que «no tiene más remedio que priorizar sus intervenciones» en los bienes que son de su titularidad

Portada de la iglesia del monasterio de Santa Paula de Sevilla que será restaurada por el IAPH
Portada de la iglesia del monasterio de Santa Paula de Sevilla que será restaurada por el IAPHlarazon

La Consejería de Cultura asegura que «no tiene más remedio que priorizar sus intervenciones» en los bienes que son de su titularidad.

120.000 euros. Ésta es la cifra que tiene previsto invertir este año la Junta de Andalucía en el vasto patrimonio eclesiástico de la comunidad autónoma, unos edificios que, por otra parte, suponen un reclamo incontestable para el turismo. En una respuesta parlamentaria formulada por el PP, la consejera de Cultura, Rosa Aguilar, asegura que su departamento, a través del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH), tan sólo tiene previsto intervenir en un edificio perteneciente a la Iglesia, concretamente el monasterio de Santa Paula de Sevilla. La actuación «singular» se centrará en la portada de Niculoso Pisano, con cerámica de un alto valor patrimonial y artístico.

Aguilar se justifica subrayando que Andalucía es una región que «cuenta con un inmenso patrimonio histórico que pertenece a distintos titulares: la Junta, el Estado, las entidades locales, la Iglesia Católica, instituciones, entidades públicas y privadas, y particulares». Por tanto, aludiendo al artículo 14 de la Ley 14/2007 de patrimonio histórico de Andalucía, «las personas propietarias, titulares de derechos o simples poseedoras de bienes integrantes del patrimonio histórico andaluz, se hallen o no catalogados, tienen el deber de conservarlos, mantenerlos y custodiarlos de manera que se garantice la salvaguarda de sus valores». En este contexto, apunta que la Consejería de Cultura «ha realizado y realiza un importantísimo esfuerzo en materia de restauración, conservación y puesta en valor de ese patrimonio histórico».

No obstante, Aguilar remite a la comisión de Cultura del Parlamento del 2 de septiembre de 2015, en la que explicó que «en estos momentos la Consejería no tiene más remedio que priorizar sus intervenciones en los bienes patrimoniales de los que es titular».

Lo cierto es que en los últimos cinco años la inversión de la Junta en restauraciones de iglesias y otros edificios eclesiásticos ha caído en picado. Tan sólo se han llevado a cabo algunas actuaciones puntuales, como los trabajos que concluyeron el año pasado en la iglesia de Santa María la Blanca, en Sevilla, en los que la Administración autonómica contribuyó con 658.000 euros, el 41 por ciento de la inversión total. Esta provincia cuenta con una gran cantidad de templos, muchos de ellos declarados BIC, que necesitan una restauración. Un claro ejemplo de la desidia institucional en este ámbito es la iglesia de Santa Catalina, cerrada al culto desde el año 2004 y cuya rehabilitación integral está realizando el Arzobispado hispalense prácticamente en solitario.

Las catedrales son un importante reclamo turístico que, igualmente, no entran en los planes inversores de la Junta. Las últimas actuaciones que se han llevado a cabo en la seo hispalense, las restauraciones de las fachadas occidental y la almohade, se han realizado mediante convenios con entidades bancarias o con fondos propios del Cabildo catedralicio. El caso de la Mezquita-Catedral de Córdoba es especialmente sangrante, puesto que la última actuación que llevó a cabo allí la Junta fue hace 20 años. Todavía está latente el conflicto abierto por la Administración autonómica y varias plataformas ciudadanas en torno a la titularidad del monumento. Además, la Junta considera que la gestión que hace la Iglesia del edificio perjudica al turismo, aunque las visitas no hacen más que crecer.

El último balance arroja unas cifras que ni por asomo se dan ahora. La Consejería de Cultura, según los datos que ofreció también en una respuesta parlamentaria, invirtió 39.815.723 millones de euros entre los años 2007 y 2011 en la conservación y restauración de iglesias. Estas intervenciones en 225 templos formaban parte de un paquete que el Gobierno andaluz firmó con diferentes obispados de la región.