Los enfermeros incrementarán sus protestas si continúan los recortes

Este verano, que casi toca a su fin, ha sido uno de los más problemáticos para las relaciones entre el Servicio Andaluz de Salud (SAS) y el Sindicato de Enfermería en Andalucía (Satse). Durante los últimos meses, los enfermeros han lanzado toda su artillería contra los responsables del sistema sanitario mediante protestas y reivindicaciones que han sobrevolado la mayoría de las áreas en la que está implicada su labor.

Las criticas han ido desde los nombramientos de altos cargos del SAS hasta el proceso de fusión entre los dos grandes hospitales de la capital hispalense (Virgen del Rocío y Macarena), pasando por el cierre de quirófanos, carencia de matronas, déficit en las ambulancias o sobre el desarrollo de las unidades de gestión clínica. Se trata de una relación enquistada desde hace años que con los recortes se ha visto desgastada hasta el punto de que tres auxiliares de enfermería, dos de Sevilla y otra de Cádiz, se pusieron en huelga de hambre para exigir al SAS la actualización de la bolsa de empleo para su categoría profesional. Por su parte, la consejera María Jesús Montero también ha sido el centro de las críticas del sindicato, que el pasado mes de mayo exigió a la titular de Salud y Bienestar Social que explicara, entre otras cosas, el destino de los 40 millones de euros que la Junta se ahorra este año al reducir la partida destinada a Complemento al Rendimiento Profesional (CRP), que ha pasado de los 220 a los 180 millones de euros o el 10% de la retribución variable.

La salida de José Antonio Griñán del Gobierno andaluz, la composición del nuevo Ejecutivo que surgirá con la llegada de Susana Díaz y la elaboración de los presupuestos de 2014 hacen que Francisco Muñoz, secretario general de Satse en la comunidad, ponga el acento en la necesidad de reconducir la situación después de un verano con una disminución importante de medios . Un periodo de tiempo en el que «el perjudicado ha sido indudablemente el usuario, porque se han dejado los servicios en una situación de extrema precariedad, ya que los profesionales se han visto sometidos a una sobrecarga que no es posible contener con los recursos actuales». Todo ello les ha llevado a aumentar la tensión entre el sindicato y la Administración, pues «lo que nos encontramos en las mesas de negociación son problemas que no se resuelven y las relaciones no han mejorado en todo este tiempo. Esto no es algo que ocurra sólo con nosotros sino con el resto de sindicatos. Se ha pretendido en varias ocasiones llegar a un pacto entre todas las partes y no se ha conseguido. No es nada nuevo», se lamenta el responsable sindicalista.

El «desguace» de la Sanidad pública concentra el grueso de las denuncias de Satse, que se ejemplifican en la eliminación de la oferta de empleo público del sector sanitario. «La Administración está en una situación de no negociar y de no aceptar nada de lo que se le propone y trabajan en una línea que no es cómoda ni para los propios cuadros de la Consejería», mantiene Muñoz, que recalca que en los próximos meses se repetirán las mismas situaciones tensas. «Estaremos atentos a lo que vaya sucediendo y al mismo tiempo denunciaremos en qué estado están las plantillas actuales». Según Satse, el sistema se está «descapitalizando» de profesionales y los que quedan viven en una situación de precariedad, como sucede con los «compañeros que están contratados al 75%, algo que nosotros hemos denominado como contratos basura».

«No sabemos si el próximo Gobierno prorrogará la 'Ley de recortes', que acaba a finales de año», señala Muñoz, que destaca que los «ajustes presupuestarios» perpetúan el paso de la sanidad pública a la privada. Algo que a su juicio se puede hace de dos formas: privatizando directamente o disminuyendo los recursos, «como ocurre en Andalucía, donde si no hay servicios adecuados los ciudadanos buscarán otras opciones», concreta. En el caso de que en los próximos meses no haya un cambio de postura «volverán las movilizaciones debido a la situación crítica en la que nos encontramos», adelanta Muñoz.