Los sindicatos estallan en Málaga contra el Plan Costa

El nuevo gerente del Servicio Andaluz de Salud (SAS), Mariano Marín, se estrenó en Málaga el pasado 7 de marzo en una reunión con todos los sindicatos del ámbito sanitario, un encuentro en el que se comprometió a poner en marcha un plan de choque que contemplara la cobertura de todas las vacantes por vacaciones, para que así se mantuvieran todos los servicios abiertos y no se cerraran camas ni quirófanos durante el verano. Es el denominado Plan Costa, que contó con el beneplácito de las centrales tras años de constantes recortes en las plantillas. Sin embargo, el pasado martes, durante una reunión con la directora de Profesionales del SAS, Celia Gómez, se confirmó que «se nos informó de que las contrataciones no llegarían ni al 50 por ciento, si tenemos en cuenta la totalidad de la plantilla sanitaria», según denunció ayer a LA RAZÓN Luis Miguel Rodríguez, delegado de CC OO en el hospital Clínico, por lo que este sindicato, UGT, Satse, Sindicato Médico y USAE llevarán a cabo un calendario de movilizaciones para exigir más refuerzos en una época en la que los hospitales y los centros de salud registran una gran afluencia. La primera protesta tendrá lugar hoy a las 11:00 horas en la entrada del hospital Regional de Málaga. Se repetirán el 1 y el 8 de junio. Como colofón, se ha convocado una gran manifestación el 11 de junio, que se suma a otras recientes protestas para exigir «una sanidad digna».

En un comunicado conjunto, las centrales subrayan que «nos tememos que todo ha sido una farsa», por lo que «se van a cerrar plantas, quirófanos y consultas de atención primaria y especializada, a pesar de que Málaga tiene los peores datos sobre listas de espera y camas por habitante de toda la comunidad autónoma». «Ya no nos creemos sus patrañas, así que nos movilizamos para exigir un respeto a Málaga», sostienen.

Según Rodríguez, desde el SAS «nos dan cifras macroeconómicas, pero no especifican por categorías, áreas o centros, por lo que se hace complicada la valoración del plan». No obstante, reconoce que «es difícil cubrir el cien por cien de las vacantes porque en algunas categorías no hay profesionales suficientes». En cuanto al cierre de camas y quirófanos, Rodríguez explica que existe un doble motivo. «Por un lado, no hay profesionales suficientes, así que se clausuran servicios». Pero, sobre todo, en el fondo está latente una cuestión económica, ya que cuantas menos sustituciones se formalicen «más dinero se ahorran».

Marín también se comprometió a abordar la recuperación de plazas cuando finalice el plan y a elaborar un diseño de infraestructuras, que incluiría un nuevo hospital que aglutine los pabellones del Regional y la reconversión del Carlos haya en un hospital general básico o de crónicos.