El tono suave de la presidenta de la Junta, Susana Díaz, en esta precampaña fue ayer objeto de crítica por parte del presidente de los populares andaluces, Juanma Moreno, quien hizo hincapié en que «ha pasado de ser una leona a un corderito», en referencia a su actitud sumisa y nada beligerante con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. La de Moreno fue la última intervención de la Interparlamentaria que el partido celebró en Sevilla para arropar al candidato popular y, de paso, dar una imagen de unidad tras el agitado proceso que desembocó en la llegada de Pablo Casado a la presidencia de la formación.

Moreno recordó que, cuando Mariano Rajoy era el presidente del Gobierno, Díaz era un «torbellino». «No había día que no dijera que maltrataba a Andalucía o que lo insultara», aseguró. Sin embargo, desde hace cinco meses «el cuento ha cambiado». «Ha pasado de ser una leona a un corderito, como el de Mimosín, suavito. ¿Dónde está Susana Díaz? ¿Dónde está su genio y figura?», se preguntó el líder de los populares andaluces.

Otra muestra más del cambio de actitud de la presidenta de la Junta es el último Consejo de Ministros, celebrado en la capital hispalense. Se esperaba un amplio paquete de medidas para hacer frente a los problemas más urgentes de la comunidad autónoma. Sin embargo, tal y como apuntó Moreno, «no han sido capaces de plantear ni un solo compromiso con esta tierra». El líder popular criticó que no se haya abordado la declaración de zona catastrófica para la zona de la provincia de Málaga más afectada por las recientes lluvias, donde sus alcaldes «están encerrados en sus ayuntamientos para reclamar ayuda». Tampoco se abordó en el cónclave ministerial la financiación autonómica, un tema por el que tanto ha batallado Díaz; el peaje de la autopista Sevilla-Cádiz, el AVE a Granada y Almería o el puerto de Motril. «Tampoco hablaron de los ERE, pero de eso nunca hablan», ironizó.

Su grado de indignación fue elevándose cuando se refirió a los pasos que está dando el PSOE para reformar o derogar los artículos del Código Penal en los que se castiga con penas de prisión el delito de calumnias o injurias a la Corona, los ultrajes a España y sus símbolos, las ofensas a los sentimientos religiosos o el enaltecimiento del terrorismo. Moreno acusó al presidente del Gobierno de dar «barra libre» para que «se insulte a nuestra bandera, a nuestros símbolos y a nuestras tradiciones». En este punto se preguntó si Díaz le ha dicho «al oído» a Sánchez que «no nos gusta que se insulte a la Macarena o al Cachorro». También señaló que, con dicha reforma, las Fuerzas Armadas «no podrán estar en nuestra Semana Santa, una tradición de muchos años». Por tanto, «no nos gusta que pisoteen la bandera andaluza ni la española».

De cara a los comicios del 2 de diciembre el PP, según apuntó, presenta un proyecto «sólido, cohesionado y maduro». Tras insistir en la «revolución fiscal» que pondrá en marcha si accede a la presidencia de la Junta, en los mismos términos que la que emprendió el partido en la Comunidad de Madrid, aseguró que Andalucía «va a ser la locomotora de España». «Esta región es un Fórmula Uno cargado de potencialidades e historia, es imposible pensar en el gran proyecto de España sin pensar en Andalucía». De igual manera, destacó que el pueblo andaluz «ha sido tremendamente generoso con el PSOE», un partido que «ha perdido la ambición y el respeto a sus propios votantes con corruptelas y noticias que enfangan el buen nombre de Andalucía».

Previamente, el secretario general del partido, Teodoro García Egea, no pasó por alto el debate sobre el «rearme ideológico» del PP, señalando que «nos llaman radicales, pero yo soy un radical de querer a Andalucía». «Susana y Pedro tienen menos credibilidad que el CIS», destacó García Egea, quien presumió de «equipo» en Andalucía de la mano de Moreno, una persona que «nunca apretará el botón verde en el Parlamento para hacer presidenta a Díaz». Igualmente, instó a «dejar atrás 40 años de socialismo», puesto que el PSOE «es todo lo contrario a lo que representa Juanma, que es ilusión, futuro, compromiso, certidumbre y cumplimiento de la palabra».

En clave nacional, aseguró que el PSOE es «rehén de los independentistas» y que con los populares en las instituciones «éstos se pueden dar por derrotados», además de criticar que los socialistas «negocien con ellos».