Nueve meses para el renacimiento

Ybarra coloca la primera piedra de su nueva fábrica en Dos Hermanas tras el incendio del pasado verano. 40 millones de inversión, apuesta por la innovación y el reto de su finalización

Nunca mejor dicho aquello de «hacer de la necesidad virtud» al hablar del Grupo Ybarra Alimentación. La empresa aceitera que vio cómo un incendio convertía en cenizas su fábrica en Dos Hermanas el pasado verano, colocó ayer la primera piedra de sus nuevas instalaciones, también en el municipio nazareno. El reto, que la planta, situada en el polígono El Aceitunero, esté funcionando de nuevo en diciembre coincidiendo con la celebración de los 175 años de la marca y a plena producción para la primavera de 2018.

La permuta de los terrenos con el Ayuntamiento ha permitido agilizar los plazos y permisos para acometer en tiempo récord una inversión de 40 millones de euros –con financiación a pulmón, sin subvenciones por ahora–. La factoría, con 35.000 metros cuadrados construidos, albergará 15 líneas de envasado y un centro de I+D sobre la zona de laboratorios. Ello permitirá aumentar la producción y poner en marcha nuevos productos que demandan los consumidores. Ybarra, que facturó 200 millones en 2016, contempla la creación de un almacén logístico de 20.000 huecos de palet. La puesta en marcha se irá produciendo de forma paulatina hasta que dentro de un año las quince líneas de envasado estén a pleno rendimiento.

Al acto asistieron el delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz; el alcalde de Dos Hermanas, Francisco Toscano; el consejero de Empleo, Empresa y Comercio, José Sánchez Maldonado; junto al presidente de Ybarra, Antonio Gallego; su homólogo de Migasa, Miguel Gallego; el director general de Ybarra, Francisco Viguera; el presidente de Hijos de Ybarra, Íñigo Afán de Ribera; y la trabajadora con más antigüedad, Cristina Humanes.

«La fábrica contará con la más moderna tecnología de toda Europa y los máximos estándares de calidad y seguridad alimentaria», detalló Viguera, sin obviar que se trabaja para conseguir las máximas certificaciones de calidad del sector agroalimentario, incluyendo certificados ecológicos o adaptados a personas con alergias. Sistemas de autoabastecimiento y autoconsumo de energía completarán una factoría en la que está previsto que trabajen los 200 empleados que tras el incendio se vieron afectados por una ERTE que incluía traslados a otras plantas de España.

«Se abre una etapa ilusionante y llena de retos, bajo el lema de nuestro fundado ‘Calidad por principio’», indicó Gallego.

Tanto el alcalde como el delegado del Gobierno o el consejero destacaron la capacidad de superación de la empresa, su apuesta por la innovación y la demostración de que con voluntad política es posible agilizar los trámites.