Paso a paso hacia Ella

Las caravanas de las primeras hermandades en iniciar su peregrinación para participar en la Romería del Rocío van avanzado ya por los caminos que distan hasta la aldea almonteña.

Las caravanas de las primeras hermandades en iniciar su peregrinación para participar en la Romería del Rocío van avanzado ya por los caminos que distan hasta la aldea almonteña, sendas que se abren a su paso mostrándoles estampas naturales únicas y que se convierten en testigo directo de devoción y convivencia. Informa Laura Ramírez/Efe.

Paso a paso, a las órdenes del alcalde de carreta, estas comitivas, en torno a su Simpecado, van cubriendo el camino que las separa de la Virgen del Rocío, esa a la que veneran, a la que profesan su fe y ante la que se postrarán a su llegada a El Rocío.

En la jornada de hoy serán un total de diecisiete las filiales en marcha; a la primera en hacerlo el pasado jueves, la de Córdoba, se le unió el viernes la de Puente Genil, y ayer sábado las de Almería, Écija, Estepona, Fuengirola, Granada, Lucena de Córdoba, Málaga la Caleta, Málaga la Real y Osuna.

Hoy domingo lo hacen las de Cabra, Carmona, Jaén, La Carolina, Murcia y Santa Fe y, a partir de mañana, día en que se activa el Plan Romero -dispositivo de seguridad que vela por el buen discurrir de la romería- en su fase regional, comenzarán a hacerlo el grueso de las filiales.

Dicho plan moviliza hasta 6.000 miembros de Protección Civil, Emergencias 112, Guardia Civil y de otros órganos de seguridad y apoyo logístico; además se ha duplicado el número de hermandades que portan GPS, al pasar de treinta a sesenta, al objeto de tenerlas controladas en todo momento.

En total, esta romería tras la inclusión de la Hermandad de Cartaya (Huelva) y la de La Carolina (Jaén), serán 119 las filiales en discurrir por esas sendas rocieras, en las que el asfalto, poco a poco, dejará paso a la arena; el paisaje urbano o de carretera, al natural elevado a su máxima expresión.

Y ello, porque para las hermandades la llegada al Rocío supone poder disfrutar de la esencia de todo un tesoro natural como el Espacio Natural de Doñana, todo un Patrimonio de la Humanidad, que en estos días se abre al peregrino guiándolo para que cumpla su sueño, y de su entorno.

Lugares únicos que es necesario que permanezcan en el mismo estado de conservación que recibieron a los peregrinos cuando finalice la romería, de ahí que este año se haya puesto en marcha por parte de la Junta de Andalucía la campaña 'Cuida tu camino' que, entre otras cosas, repartirá 3.000 bolsas para recogida de residuos.

El avance de las filiales va impregnando el entorno de los sonidos de la flauta y el tamboril que suelen ir anunciando el paso de las comitivas; de los propios de los caballos y del cante de los peregrinos y del de los carros y carretas que van surcando las arenas.

Pero sobre todo, los caminos son testigos de excepción de lo que realmente mueve esta romería, de lo que la sostiene, la devoción y la fe; porque la peregrinación es vivencia y convivencia pero sobre todo devoción y durante el camino el rezo es un componente esencial.

La plegaria se hace salve en cualquier punto, ya sea orada o cantada, y en ella los deseos de volver a ver a la Virgen del Rocío, algo que todos los peregrinos habrán cumplido como muy tarde el próximo sábado.

La primera en llegar a la aldea del Rocío será la Hermandad Matriz de Almonte, organizadora de la romería, que lo hará este miércoles y allí esperará a todas sus filiales para, junto con ellas, vivir el momento culmen de esta celebración que este año será el 5 de junio.

En esa madrugada la también conocida como la 'Reina de las Marismas', abandonará su santuario a hombros de los almonteños para agradecer y devolver la visita a todos y cada uno de sus fieles.

Antes de ello tendrá lugar, durante el viernes y el sábado, la presentación de hermandades a las puertas del santuario, el santo rosario en la madrugada del domingo o la misa de romeros.

Para que esto ocurra, aún cinco jornadas por delante de camino, en los que este año el calor será el protagonista; cinco días de convivencia en torno a una férrea devoción que va en aumento año a año en los que los peregrinos van paso a paso hacia la Blanca Paloma engrandeciendo la palabra hermandad.