Caso ERE
Sánchez no suspende de militancia a la cúpula de los ERE
El PSOE presenta el «comité de sabios» que elaborará el programa para las generales
Los primeros coletazos de precampaña que está dejando entrever Pedro Sánchez se han visto enturbiados por la imputación de los ex presidentes andaluces Manuel Chaves y José Antonio Griñán y de sus ex consejeros Gaspar Zarrías y José Antonio Viera en la «trama de los ERE» por parte del Tribunal Supremo. Durante el acto de ayer, en el que el partido presentó al «comité de sabios» que elaborará el programa de cara a las generales, el líder la formación intentó mostrar la mejor cara del partido, pero se topó de bruces contra la más inmediata actualidad cuando fue cuestionado acerca de la exposición razonada vertida por el magistrado del Supremo Alberto Jorge Barreiro. Sánchez se mostró fiel a su convicción de pedir el acta a los imputados socialistas, una vez que éstos han sido imputados por el Alto Tribunal, aunque no tiene previsto suspenderles de militancia, lo que supondría de facto su expulsión del PSOE.
El semblante serio del secretario general de los socialistas daba idea de la importancia del asunto. «Para mí es una de las decisiones más duras que he tenido que tomar. Ayer fue un día duro», aseguró. Sánchez siempre dijo que, aunque el código ético del PSOE no obligaba a dimitir a un cargo público imputado hasta el momento de apertura del juicio oral, eso no bastaba para Chaves y Griñán, y dio su palabra hace meses de que les pediría que se fueran si el Supremo les imputaba. «Dijimos que íbamos a cumplir la palabra dada y que íbamos a pedir su acta y lo hemos hecho», defendió.
Después de que Griñán dejase su escaño como senador autonómico cuatro días después de que Susana Díaz fuese investida en Andalucía, Chaves, Zarrías y Viera eran quienes estaban en una situación más comprometida. El jueves, tras conocer la decisión del magistrado, los tres se mostraron dispuestos a abandonar la vida parlamentaria. Sin embargo, ayer Viera dio marcha atrás, al darse de baja de la militancia pero no entregar su escaño –se integrará en el Grupo Mixto–. Fuentes socialistas recalcaron ayer que si no se hubiera pasado al Grupo Mixto, habría sido expulsado.
Desde la Ejecutiva socialista no contemplan la expulsión del partido de los dos ex presidentes ni de Zarrías, puesto que el código ético del partido alude sólo a los cargos públicos o cargos orgánicos –que en este caso no ostentan ninguno de los afectados– e insisten en que respetarán la presunción de inocencia hasta que haya una sentencia firme. El partido sí suspendió de militancia, por ejemplo, a diez afiliados socialistas que fueron titulares de las «tarjetas black» de Caja Madrid, así como, más recientemente, al exministro y eurodiputado Juan Fernando López Aguilar, involucrado en un caso de supuesta violencia de género.
Más allá del embrollo de la Junta andaluza, Sánchez, en su intento por alejar al partido del «escándalo de los ERE», presentó ayer a los doce expertos que ha fichado para elaborar un «programa de gobierno honesto con los valores del PSOE y de los españoles». Destaca el carácter técnico y académico y la relevancia de cada uno de ellos en su respectivo ámbito profesional. Varios de ellos formaron parte del equipo de Rodríguez Zapatero, como es el caso de Jordi Sevilla, que será uno de los pesos pesados y estará al frente de Economía, o de Ángel Gabilondo, que se encargará de las áreas de Educación, Ciencia y Cultura. Otras caras conocidas son Patxi López, que será responsable de Seguridad; Luz Rodríguez, secretaria de Estado de Empleo entre 2010 y 2012 y que estará al frente de Trabajo; o Maurici Lucena, portavoz del PSC en el Parlamento catalán y que llevará las riendas de Política Industrial y Competitividad. Completan el equipo Rafael Bengoa (Sanidad), Ángel Ubide (Política Exterior), Teresa Ribera (Sostenibilidad), Victoria Camps (Ética), Silvina Bacigalupo (Transparencia), Sami Naïr (Cooperación) y Magdalena Valerio (Bienestar Social).
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