Escritores
Santiago Díaz: «Me da muchísimo miedo la muerte»
Su novela cuenta los dos últimos meses de una periodista metida a justiciera
Dos meses de vida es el plazo que tiene la protagonista de «Talión» (Planeta) para acabar con los malos. Ocho semanas en las que hacer justicia antes de que ella misma también acabe muerta y un desafío para que el lector se ponga en su lugar y determine quién debe o no morir. Santiago Díaz (Madrid, 1971) plantea en esta novela una trama policíaca sobre el dilema existencial del ser humano. ¿Morimos o vivimos?
–En esto como en todo, la cosa va de morirse.
–Pues sí, Marta Aguilera, la protagonista, es una mujer de 38 años, periodista, a la que le dan dos meses de vida y que no tiene familia. No tiene hijos, no tiene nada, no tiene ataduras..., y decide pasar el tiempo que le queda aplicando lo que para ella es la justicia, aplicando su Ley del Talión. Ella quiere dejar su huella y el lector es el que tiene que decidir si la apoya o no finalmente.
–¿Hay que tener una postura moral para leerlo?
–Creo que una postura moral la tenemos todos inicialmente y siempre que preguntamos si es lícito matar a una canalla respondemos que no. Lo que sucede es que según nos adentramos en la lectura, vamos conociendo a los malos, no sólo a Marta, y a las víctimas, podemos pensar que disfrutaremos, entre comillas, sin al final matan a los malos en la novela.
–¿Pero quién decide quién es bueno y malo?
–Ahí está lo que tiene que decidir el lector. Mis malos son malos que han creado mucho sufrimiento a su alrededor, no son presuntos culpables, sino que viven con lo que han hecho. Hay desde un pederasta hasta un tratante de blancas a una terrorista pasando por un traficante de drogas. Esos, creo que son los malos, lo cual no quiere decir que Marta sea la buena, por eso la persigue la Policía, pero la inspectora tampoco es un personaje blanco, también tiene sus aristas y necesita la venganza.
-¿Cree que el periodismo, como su protagonista, se toma a veces la justicia por su mano?
-Siempre que se diga la verdad voy a estar a favor de la libre información, otra cosa es que se inventen ciertas cosas. Hay quien condena al periodismo porque se dice que incita al odio, pero lo único que hace es contar unos crímenes que todos tenemos derecho a conocer.
–¿Sabe qué es la verdad?
–Pues bueno, no sé qué decirte. Desde el momento en el que alguien neutral conoce las dos versiones es capaz de dictaminar lo que ha sucedido.
–Este libro no va sólo sobre la justicia, también sobre nuestra posición ante la muerte.
–A todos nos incomoda, porque sabemos que va a estar ahí pero nadie sabe cuándo, pero el caso de Marta Aguilera es distinto porque tiene fecha de caducidad por decirlo de alguna manera. Tiene un final dentro de dos meses, pero es distinto al nuestro porque no sabemos nada de ella, lo que creo que acrecienta nuestro temor a la muerte.
–¿A usted le da miedo la muerte?
–Me da muchísimo miedo la muerte, pero más que la mía, que sí, me da mucho más la de la gente que tengo a mi alrededor, a la que quiero. Eso me da verdadero terror.
–¿No tiene ese resquicio de egoísmo para pensar que lo peor es la muerte de uno mismo?
–«Pff», verás es que yo creo que lo más complicado es pensar en la muerte de uno..., a ver mi propia muerte (silencio), claro que la temo y procuro hacer todo lo posible para llegar lo más lejos. Procuro cuidarme, tengo ganas de sentirme bien, pero pensar que haya gente a la que quiero que se pueda morir es lo que me hace trizas.
–Si le quedaran 8 semanas de vida, ¿qué haría?
–Pues no lo sé, porque tengo alrededor a mucha gente, no como la protagonista. Lo pasaría con mi familia, con mi pareja y con mis amigos.
–No se dedicaría a deshacer entuertos.
–Intentaría enmendar aquellos errores que he cometido a lo largo de mi vida y de cuyas cosas me arrepiento, pedir perdón por aquellas cosas que no he creído necesario, pero sí trataría de pedir perdón a personas a las que sé a ciencia cierta que les he hecho daño. Ahora mismo, como somos egoístas, pensamos que no nos vamos a morir y que ya pediremos perdón. Si sabes que te vas a morir piensas que es la mejor manera para irse en paz...
–Pero será mejor vivir en paz que morirse en paz, una vez muerto qué más da todo. ¿No?
–Sí, pero es complicado, a lo mejor es por el orgullo, sentirse incómodo con alguien... (Silencio) Es una estupidez no hacerlo estando vivos, la verdad, tienes razón.
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