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«Torrijos era como un 'sheriff'; no se movía un papel sin que lo supiera»

La Razón
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La declaración ayer de José María Morillo, presidente de la federación de empresarios mayoristas de Mercasevilla, como testigo en el caso de la venta de los terrenos de la lonja revela el poder de mando que ejercía el ex primer teniente de alcalde del Ayuntamiento hispalense, Antonio Rodrigo Torrijos (IU) en la empresa y su perfil autoritario. Morillo aseguró a la juez Mercedes Alaya y también a los periodistas tras prestar declaración que Torrijos «era como un sheriff; no se movía un papel sin que lo supiera». No obstante, especificó que no tuvo conocimiento de nada de lo acontecido en relación al concurso sobre el derecho de opción a compra de los terrenos, que le fueron adjudicados a Sanma pese a que concurrió una oferta económicamente superior. Morillo reconoció que tenía relación de amistad con el propio Torrijos y con los ex directivos de Mercasevilla Fernando Mellet y Daniel Ponce, ya que se reunieron «muchas veces», aunque no llegó a fraguarse una «amistad íntima». «No tengo interés en que estos señores resulten absueltos o condenados», subrayó.

Sobre el papel que desempeñaba el ex primer teniente de alcalde en la empresa, Morillo aseguró que cuando «planteábamos algún problema de importancia» a Mellet y Ponce, el primero «siempre decía que no podría hacer nada hasta que no lo consultara con Torrijos». Igualmente, sobre éste, dijo que «no aceptaba que se le contradijera en nada» y que «cuando decían que venía al mercado, temblaba todo el mundo».

«Cuando me reunía con él lo que demostraba era mandar, aunque no lo verbalizara», insistió Morillo, al tiempo que recordó que Torrijos «era la máxima autoridad que a nivel municipal dirigía todos los asuntos de Mercasevilla» durante los años a los que afecta el procedimiento judicial.

En su declaración también puso de relieve la figura de Rafael Domínguez, presidente del comité de empresa, del que dijo que «mandaba más que Torrijos». Precisamente, «tenía un gran poder de mando en los trabajadores, en los mayoristas y en los propios directores generales». Sobre la posibilidad de que Domínguez hubiera podido tener alguna relación con el concurso, Morillo confirmó que «asistió a las comisiones ejecutivas que se celebraban y a los consejos de administración, mientras que los mayoristas no asistíamos porque no nos invitaban».

Junto a Torrijos, Mellet y Ponce también está imputado en la causa Gonzalo Crespo, ex presidente de la empresa. Sobre él, Morillo aseguró que «no era tan autoritario» como el primero y que el «nivel de autonomía» de Mellet «era bastante más amplio antes de la llegada de Torrijos».

En los múltiples encuentros que mantuvo con los ex directivos «nunca se me puso de manifiesto los beneficios que para Mercasevilla generaba la introducción de Sando», así como que «tampoco nos enteramos con carácter previo que el concurso lo iba a ganar Sanma», por lo que «nos enteramos cuando ya lo había ganado».

Morillo reconoció que los mayoristas «hemos tenido algunos problemas con la dirección» durante el tiempo en el que se circunscriben las actuaciones judiciales, concretamente de 2005 a 2007. En concreto, aludió al «conflicto» que mantuvieron con Torrijos en relación a las tarifas de los servicios generales, ya que éste «las quería más altas». Finalmente, «el alcalde nos dio la razón». También recordó que ha sido objeto de dos expedientes disciplinarios por cierre patronal «a instancias de Torrijos».