Consumo
Una década a la espera de las máquinas de fruta en los colegios
Una medida menos ambiciosa que las nuevas propuestas de la Junta no llegó a implantarse, pese a que iba a abrir un «nicho de mercado»
Hace más de una década. Por no haber, no había visos ni de crisis. La entonces consejera de Salud, María Jesús Montero, anunció la implantación de máquinas expendedoras de fruta en los centros laborales y educativos.
Corría mayo de 2006. Hace más de una década. Por no haber, no había visos ni de crisis. La entonces consejera de Salud, María Jesús Montero, anunció la implantación de máquinas expendedoras de fruta en los centros laborales y educativos. Se trataba de una de las propuestas de la Junta para facilitar el acceso a estos alimentos y educar en el hábito de su consumo a la población. Además, se iba a abrir un nuevo «nicho de mercado», en palabras del viceconsejero de Agricultura y Pesca, Juan Ángel Fernández. Se trataba, en cierto modo, del germen de lo que ahora se anuncia como futura ley contra la obesidad, cuyo anteproyecto se presentó recientemente, y que contempla medidas como la implantación de agua gratuita por ley en establecimientos públicos o privados. En el caso de las máquinas expedendoras de fruta, quedó en un anuncio, pese a «la importancia» de una promoción «tan saludable» para los ciudadanos y «rentable» para la economía andaluza.
Las anunciadas máquinas de fruta fueron sustituidas por los llamados «frutibús» con actividades educativas. Precisamente, el pasado 3 de octubre la Junta adjudicó por 130.971,61 euros su contratación en la comunidad. El 23% de los niños en España no consume fruta fresca a diario, mientras que el 38% la consume sólo una vez al día, según el I Estudio Lidl «5 al día» sobre los hábitos de consumo de frutas, verduras y hortalizas, que concluye que queda mucho por hacer en la promoción de hábitos de vida saludables. Estos datos se sitúan muy por debajo de las recomendaciones de consumo que establece la Organización Mundial de la Salud, que recomienda tres raciones de fruta fresca al día. Aunque es cierto que la falta de hábitos alimentarios saludables afecta a toda la población, resulta especialmente preocupante entre los menores, ya que sus hábitos de consumo afectarán notablemente a su desarrollo futuro, recoge el estudio. Sólo el 21% de los andaluces consumen las 5 raciones diarias de fruta y verdura que recomiendan los expertos. Un dato lejos del aprobado pero que casi dobla la media de consumo española, que se sitúa en el 11%, según el citado análisis.
Por su parte, según la Asociación Nacional Española de Distribución Automática (Aneda), el negocio de la venta a través de máquinas expendedoras «está viviendo una situación muy difícil». La facturación del sector ha caído desde 2008 un 7%, hasta los 2.250 millones. En España existen unas 580.000 máquinas de «vending», de las que el 60% se destinan a venta de alimentos. El resto, a tabaco. El parque de máquinas está repartido entre empresas e industrias (65%), centros de enseñanza (10%), servicios públicos, centros sanitarios (5%) y áreas públicas (4%), según los datos de Aneda. Entre las máquinas destinadas a alimentación, el 35% se centra en consumos de café y otras bebidas calientes; el 15%, en bebidas frías; y el 10%, en productos alimenticios, principalmente aperitivos y tentempiés. Según la asociación, el sector, pese a la crisis, está «en expansión» con nuevas líneas de negocio específicas con alimentos frescos, saludables y listos para comer, como raciones de fruta y ensaladas, leche del día o pescado fresco. La Junta, en cierto modo, fue pionera con su propuesta nunca implantada en los colegios.
El Consejo de Gobierno aprobó el Anteproyecto de Ley para la Promoción de una Vida Saludable y una Alimentación Equilibrada, que establecerá las bases de las políticas contra la obesidad. Este problema de salud pública afecta actualmente al 18,7% de la población adulta y al 22,5% de los menores. La Junta prohibirá las chucherías en los colegios y obligará a que haya agua potable gratuita en los espacios públicos y en los privados con máquinas de bebidas. Es la primera vez que una región regula con el máximo rango los trastornos de la conducta alimentaria, con especial atención a la infancia, la adolescencia, las embarazadas, las personas mayores y los grupos más desfavorecidos. El consejero Aquilino Alonso señaló que la Consejería dispone de un cuerpo de inspectores para velar por la ley, que incluye un régimen sancionador.
La Junta obligará a que los menús sean saludables y adaptados en raciones a los diferentes tipos de unidades familiares; a que haya aparcamientos para bicicletas en los centros laborales; a garantizar el acceso gratuito al agua potable en todos los lugares públicos y promover la dotación de fuentes, exigiendo a las empresas de máquinas expendedoras de productos alimentarios que ofrezcan agua refrigerada gratuita a través de sus dispositivos o junto a ellos; una atención sanitaria integral; la promoción del ejercicio, con cinco horas de ejercicio obligatorio en los colegios a la semana; y a la limitación de la publicidad de bebidas y alimentos envasados en centros educativos; y especificación los que se pueden vender.
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