Al servicio de castellanos y leoneses

Castilla y León fue el territorio pluriprovincial que más tarde se incorporó a la aventura autonómica. Hace 31 años se promulgaba nuestro primer Estatuto de Autonomía, que posteriormente sería revisado hasta en cuatro ocasiones, la más reciente en 2007. Una norma que, como todas las que vieron la luz entre la aprobación de las leyes orgánicas básicas de Cataluña y País Vasco, a finales de 1979, y las de Ceuta y Melilla, en 1995, echó a andar titubeante, pero que se ha ido agrandando, dada la capacidad competencial que han demostrado las regiones, que en diferentes fases asumieron atenciones básicas como la Sanidad, la Educación y los Servicios Sociales, hoy ejes vertebrales de la autonomías. En el caso de Castilla y León con resultados positivos, según numerosos indicadores externos, en particular durante los últimos años.

De hecho, el aniversario del Estatuto, según la presidenta de las Cortes, María Josefa García-Cirac, sirve para recordar que aquél «nos convoca y une a todos y es un impulso para seguir progresando en nuestra vida como autonomía y Comunidad histórica y cultural».

Y es que, la comunidad más extensa de España ha superado con nota sus años de despegue y ha dimensionado como pocas lo que debía ser su catálogo de prestaciones para los 2,5 millones de habitantes que pueblan sus ciudades y medio rural. Un total de 2.248 municipios. De modo que sí se ha incidido en la mejora de la red educativa, o en la atención a quienes más necesidades tienen o a la modernización de una Sanidad que ha avanzado exponencialmente desde que se abrieron las puertas de Sacyl. No se han emprendido, por el contrario, en Castilla y León aventuras costosas que han demostrado dudosos resultados en otras comunidades, como las televisiones o las policías autonómicas, con un sobrecoste inasumible para las diferentes arcas públicas, tal como ha recordado periódicamente el Partido Popular y el Gobierno que preside Juan Vicente Herrera.

Algo que se pone de manifiesto de manera frecuente en el debate parlamentario en las Cortes de Castilla y León, que aparcará las sesiones plenarias ordinarias hasta el miércoles, para acoger este martes el tradicional acto de cumpleaños del Estatuto, que servirá para entregar la Medalla de Oro del Legislativo a la Fundación de Las Edades del Hombre, que en el último cuarto de siglo ha revolucionado la manera de celebrar las exposiciones de arte sacro.

La justificación para la concesión de dicho galardón no es otro que esa institución diocesana ha contribuido a «un hecho excepcional, merecedor del reconocimiento público y eficaz para la Comunidad». La aportación de las once diócesis y las nueve provincias castellano y leonesas a las diferentes ediciones de la exposición, ha hecho de ésta un hito conocido en todo el mundo, en particular en España, Europa e Iberoamérica.

El acto institucional reunirá a las primeras autoridades castellano y leonesas, entre ellas los 84 procuradores de la Comunidad, y buena parte de los diputados y senadores de las nueve provincias en las Cortes Generales, altos cargos institucionales y dirigentes de la sociedad civil más activa en Castilla y León.

Será un punto de encuentro para repasar lo hecho en el último lustro con un reto insalvable: lograr que, en la medida de lo posible, Castilla y León superara las gravísimas circunstancias derivadas de la crisis. Pero, también, para analizar qué se puede hacer para poner solución a la situación que atraviesan muchos hogares, arrasados por los efectos de los terremotos económicos que se han venido sucediendo desde 2007 y 2008.

Transparencia, eficacia, racionalidad, participación y garantías en los servicios públicos serán asuntos presentes en esta efeméride -como ya lo estuvieron en 2013-, que tendrá como acto central la entrega de esa Medalla de Oro, que se suma a las ya aportadas al Rey de España, en 1987; a Salamanca, en 2002, como Capital Europea de la Cultura; o a los diferentes periódicos centenarios; así como a los ex presidente de Junta y Cortes de Castilla y León, por su contribución durante el nacimiento y consolidación de la Comunidad autónoma.

Esta distinción también la recibió la Colegiata de San Isidoro, en León, al haber acogido las primeras Cortes parlamentarias en Europa, allá por el año 1188, con Alfonso IX. De igual manera, la Diputación de Valladolid y el Ayuntamiento de Fuensaldaña fueron merecedores de la presea, por haber aportado el Castillo de esa localidad al nacimiento de una institución: las modernas Cortes de Castilla y León, que en junio de 2007 se trasladaban a la capital del Pisuerga.

Distinción a Del Bosque

Hace dos años era la Federación Regional de Municipios y Provincias la que recibía la medalla honorífica del Legislativo, por su contribución al afianzamiento de la libertad y democracia y al nacimienteo y consolidación de Castilla y León. Mientras, en el año 2013 era el entrenador salmantino Vicente del Bosque, seleccionador nacional, quien merecía la «Medalla», por la defensa de valores dentro y fuera del campo de fútbol.