Carcedo culpa del déficit de médicos de familia o pediatras a la planificación de la Junta

La ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, María Luisa Carcedo, asegura que el déficit de médicos de familia o de pediatras existente en nuestra Comunidad, se debe a que la planificación de los recursos humanos llevada a cabo por parte de la Consejería de Sanidad de la Junta no ha sido la adecuada.

«Hay regiones como Castilla y León o Galicia en las que no se han utilizado las plazas existentes para formar especialistas, de ahí que ahora necesiten con urgencia profesionales sanitarios en la Atención Primaria y especialmente en el medio rural, donde está sufriendo mucho», denunciaba ayer la ministra durante un acto de campaña del PSOE en el Colegio de Médicos de Valladolid para hablar de Sanidad.

Al respecto, Carcedo explicaba que los expedientes para las plazas de acreditación y de unidades docentes para formar especialistas, principalmente en Medicina Familiar y Comunitaria, llevan sin analizarse desde el año 2012.

La ministra inistía en que lo rimero que hay que hacer es planificar bien los recursos humanos y, en segundo lugar, recuperar la ilusión de los profesionales sanitarios. ¿Cómo? Pues según apuntaba Carcedo, apostando por una serie de incentivos, tanto económicos, como en otros aspectos, como la mejora de la investigación y de su capacidad de diagnóstico o las reducciones en los cupos de pacientes.

Carcedo hacía un balance satisfactorio de los diez meses de gestión sanitaria de la mano de Pedro Sánchez, a pesar de que, según decía, se han dedicado a revertir los recortes que ha sufrido en los últimos años la Atención Primaria en España.

«Se ha hecho mucho -proseguía- pero mucho más ha quedado por hacer, puesto que algunas medidas, como la supresión de los copagos farmacéuticos, no ha sido posible llevar a cabo por la incapacidad de sacar los Presupuestos Generales del Estado adelante».

Respecto al futuro, Carcedo aseguraba que el Sistema Nacional de Salud debe dirigirse hacia un modelo que tenga en cuenta las peculiaridades de dispersión de la población de cada Comunidad, por lo que pedía también la colaboración de los Ejecutivos autonómicos.