El nuevo cronista de Valladolid apuesta por «dar testimonio de lo sobresaliente»

La ciudad de Valladolid cuenta ya con un nuevo cronista. El periodista y divulgador histórico José Delfín Val tomó ayer posesión de su cargo con una clara apuesta por «dar testimonio de lo sobresaliente con objetividad».

En su discurso, citó a algunos nombres ilustres que desempeñaron esta tarea antes que él, como José Zorrilla y Emilio Ferrari, y aseguró sentirse «abrumado por tales antecedentes».

Sin embargo, no quiso olvidarse de aquellos que, sin ser cronistas oficiales, dejaron constancia también de los acontecimientos más relevantes de la capital del Pisuerga. Así, quiso nombrar a Rodrigo Verdesoto quien, en una breve anotación, relató el día y lugar de la muerte del almirante Cristobal Colón con «todos los datos necesarios para una plena noticia y con claras intenciones periodísticas».

Asimismo, este salmantino de nacimiento y «el más querido de los hijos adoptivos de Valladolid», según dijo el alcalde, Óscar Puente, relató, haciendo uso de una de sus crónicas, sus primeros años en la ciudad y cómo el paso del tiempo ha ido cambiando sus calles y a sus gentes.

«Val es el más apasionado relator de los flecos de la intrahistoria de esta capital», aseguró el regidor, que destacó la «credibilidad» de los cronistas, «unas personas especiales llamadas a ahondar en esa madeja de los acontecimientos que configura nuestra idiosincrasia, al objetivo de fijar sus contenidos y divulgarlos al común». «Su vocación de servicio es fundamental», añadió y destacó que su nombramiento fue aprobado por unanimidad, «algo a destacar en estos tiempos».

Como padrino de la ceremonia, Joaquín Díaz subrayó del cronista entrante que es «como un cuidadoso cirujano que ha sabido diferenciar siempre lo sano de lo que está infectado».

En cuanto al saliente, Teófanes Egido, hizo hincapié en su «circunspección y capacidad de discernimiento que ha repartido generosamente durante años».

Para él también tuvo palabras de agradecimiento José Delfín Val quien afirmó que «se trata de un ser superior a cualquiera de nosotros y Óscar Puente, que agradeció la «fidelidad y discreción» de Egido en el desempeño de su tarea y elogió sus aportaciones que «nos han hecho querernos y conocernos».

Por su parte, Egido, quien pidió al regidor el cese voluntario de su cargo tras 17 años al servicio de la ciudad, justificó esta decisión en que «el de cronista es un oficio hermoso y un privilegio y creo que hay que compartirlo».

«Hasta hace poco estos cargos eran vitalicios y uno nunca sabía quien iba a ser su sucesor, pero yo tengo el gustazo de conocer al siguiente», subrayó entre las risas de los asistentes.

Finalmente, tras la entrega de manos de Óscar Puente de un obsequio «al primer cronista de Valladolid del siglo XXI», Teófanes Egido quiso expresar su «gratitud por dejarme formar parte de la nómina de personas que se han dedicado a esta apasionante tarea que me ha ayudado a entender mejor y querer más a esta ciudad».