Castilla y León
El secretario provincial del PSOE en Ávila, en rebeldía, se niega a marcharse
El nuevo sainete socialista que se está representando en la Ejecutiva Provincial del PSOE en Ávila, y que enfrenta a Óscar López y Julio Villarrubia por el poder en Castilla y León, va camino de convertirse en un esperpento, cuyas consecuencias en el partido del puño y la rosa, que busca mejorar su imagen y ganar en credibilidad, amenazan un nuevo desastre. Dicen que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra, y el PSOE de Castilla y León ha tropezado en la piedra de la bicefalia más de una y de dos veces, con resultados catastróficos en las urnas.
Y lo que está ocurriendo en Ávila es un capítulo más de esta pelea interna entre dos líderes con sus diferencias a la hora de hacer política y oposición en este caso, pero que aspiran a lo mismo: ser el candidato del PSOE a la Presidencia de a Junta. Un batalla que no acaba más que comenzar puesto que las Primarias se acercan, pero que empieza a dejar cadáveres por el camino. En este caso, el de Tomás Blanco, hasta ayer secretario provincial del PSOE en Ávila, aunque éste se haya declarado en rebeldía y haya decidido impugnar ante la Ejecutiva Federal la suspensión de la dirección socialista abulense. Y es que Óscar López ha cortadopor lo sano, que para eso es el secretario de Organización, y ha decidido acordar la creación de una comisión gestora al dar por buenas las veinte dimisiones y certificar que la Ejecutiva estaba formada por 39 miembros -lo que supondría la mitad más uno, suficiente para suspender la Ejecutiva según marcan los estatutos del partido-. Una decisión que implica el cese inmediato de Tomás Blanco como secretario provincial del PSOE de Ávila así como la desconvocatoria del comité extraordinario que se iba a celebrar mañana para elegir a los sustitutos de los que dimitieron. Nada más conocer la noticia, Blanco descartaba dimitir, se declaraba en rebeldía y anunciaba que impugnará esta decisión ante la Ejecutiva federal, y si hace falta irá incluso hasta la Comisión de Garantías, ya que insiste en que la dirección del PSOE abulense estaba formada por cuarenta miembros y no 39, por lo que harían falta 21 dimisiones y no veinte, como se han producido, para suspender de funciones a la dirección del PSOE abulense y crear una gestora. En los próximos quince o veinte días se creará esta gestora que dirigirá el partido hasta la celebración de un congreso extraordinario en el que se elegirán a los nuevos miembros de la Ejecutiva del PSOE de Ávila. Una cita, que dado en las fechas en las que nos encontramos y con lo que viene por delante, no se celebrará presumiblemente hasta el mes de junio, una vez que hayan pasado las elecciones europeas.
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