La ayuda humanitaria une a jóvenes vallisoletanas y europeas este verano

Como cada año por estas fechas, miles de jóvenes preparan sus maletas para irse de vacaciones y disfrutar de unos días de asueto. El sol, la playa o la montaña o las innumerables fiestas patronales que se celebran en los pueblos durante todo el verano son los lugares que eligen la mayor parte para desconectar del mundanal ruido y descansar o para divertirse con los amigos.

Pero no todos estos adolescentes eligen estos destinos para pasar el periodo estival. Otros muchos consideran que la mejor manera de aprovechar el verano pasa por echar un cable y ayudar en aquellos lugares donde más falta hace y a aquellas personas que menos tienen y más lo necesitan. Sea donde sea y en cualquier momento. Es el caso de decenas de estudiantes de Bachillerato y universitarias de las asociaciones vallisoletanas Artes y Trechel, que este verano participarán, entre otros, en dos proyectos solidarios en la localidad eslovaca de Bratislava, y en la húngara de Diósjeno subvencionados por la Fundación Kumen. Lugares en los que sus habitantes viven al límite y con lo mínimo para subsistir en muchos casos y en los que estas jóvenes quieren involucrarse y ser útiles para poder aportar su granito de arena y conseguir un mundo mejor y más justo.

Paloma Mirón, voluntaria de la Asociación Artes, es una de estas chicas, y tiene claro que quiere aprovechar los meses de verano para ayudar a los demás, a la vez que disfrutar de una experiencia distinta e inolvidable, y conocer otras culturas. «Ayudar al que lo necesita es lo más bonito y reconfortante que hay en la vida», asegura a La Razón esta joven que ya tiene experiencia en otros proyectos solidarios que llevó a cabo en Hungría y en Portugal con personas con discapacidad. Y es que, Paloma Mirón será una de las 19 voluntarias de la Asociación Artes que estará del 20 al 30 de julio ayudando en los comedores de la Madre Teresa de Calcuta, así como en una residencia de ancianos y en una guardería de la localidad eslovaca de Bratislava.

Campamento urbano

También participará en agosto en un encuentro con universitarias de Croacia que vendrán a Valladolid a trabajar en un proyecto de voluntariado en el centro que Aspaym tiene en la capital vallisoletana. Pero su actividad no para ahí, ya que en estos momentos, esta joven inquieta y comprometida con la sociedad participa durante sus mañanas como voluntaria en un campamento urbano de apoyo escolar con niños de entre 8 y trece años de la mano de la Asociación «Allende Mundi». Una iniciativa que finaliza hoy y en la que han realizado juegos con los niños, manualidades e incluso varias visitas de tipo cultural.

Finalmente, cabe señalar que del 17 al 30 de julio otro grupo de jóvenes pero de la Asociación Trechel se desplazará hasta tierras húngaras, concretamente, hasta la localidad de Diósjeno, para realizar durante esos días diversas tareas de voluntariado con las que podrán ayudar a los enfermos que se encuentran ingresados en el Hospital de este municipio.