Castilla y León

La Fundación Silos muestra en la Catedral burgalesa lo mejor de Miró

Soraya Sáenz de Santamaría, Javier Lacalle, Antonio Méndez Pozo y Ramiro Ruiz Medrano, en las calles de Burgos.
Soraya Sáenz de Santamaría, Javier Lacalle, Antonio Méndez Pozo y Ramiro Ruiz Medrano, en las calles de Burgos.larazon

Soraya Sáenz de Santamaría lo tiene claro: la muestra «La experiencia de Miró» trasladará al mundo «uno de los puntales de la marca España». La vicepresidenta del Gobierno inauguró, junto al presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, y el de la Fundación Silos, Antonio Miguel Méndez Pozo, la exposición sobre las décadas finales del universal artista.

Sáenz de Santamaría definió el representado en la Catedral burgalesa como «uno de los periodos más ricos y desconocidos» del pintor y escultor, comprendido entre 1963 y 1983, y animó a todos a disfrutar de la combinación del arte medieval catedralicio con el moderno del autor de «Mujer pájaro y estrella».

Cientos de burgaleses quisieron participar también de este acontecimiento, que coloca a Burgos en la vanguardia de las artes, y respondieron con entusiasmo a esta destacada convocatoria desde el primer momento.

De hecho, sin la implicación de la sociedad civil con las instituciones culturales, esta exposición, que permanecerá abierta hasta el 8 de enero próximo, no hubiera sido posible, y mucho menos sin el compromiso de la Fundación Silos y el empeño de su presidente, Antonio Miguel Méndez Pozo, para convertir a Burgos en capital de las artes y las letras, en esta ocasión, a través de la experiencia de mirar las pinturas y esculturas y la evolución perenne de Miró en sus últimos veinte años.

Parada única

Esta exposición, que sólo podrá verse en Burgos y que después recalará en Estados Unidos, coincide con los 30 años de la muerte del artista Joan Miró y llega a la Catedral burgalesa gracias a la implicación del Centro de Arte Reina Sofía. Soraya Sáenz de Santamaría destacó en sus palabras la colaboración «abierta y entusiasta» de la Fundación Silos para buscar el talento artístico allá donde se encuentre, y acercarlo a la calle.

El espacio elegido para esta exposición, la Sala Valentín Palencia de la Catedral de Burgos, permite «disfrutar del diálogo entre su pintura y su escultura», a través de esa treintena de obras. En definitiva, una visión de Joan Miró profunda e íntima, que es un gozo disfrutar, en palabras de una de las comisarias de la exposición, Carmen Fernández, tarea que desempeña junto a Belén Galán.

Joan Miró, un artista que «entendió siempre el arte como una producción total y sin límites, entre técnicas», en palabras de Antonio Miguel Méndez Pozo, ofrece en esta exposición obras de carácter íntimo, algo que tanto le obsesionó a la hora de aportar cierta belleza a cualquier entorno que nos rodee.

En este contexto, Méndez Pozo subrayó la importancia de que estas obras de arte hagan una parada única «a los pies del Camino de Santiago», lo que definió como «un privilegio».

«Miró último 1963-1983. La experiencia de mirar» podrá verse posteriormente en el Museo de Arte de Seattle, el Museo Nasher de la Universidad de Duke y el centro artístico de Denver.