Pesimismo entre los trabajadores de Lauki ante la venta de la planta

Apenas queda poco más de un mes para que se agote el plazo marcado por Lactalis para encontrar un posible comprador.

Apenas queda poco más de un mes para que se agote el plazo marcado por Lactalis para encontrar un posible comprador que evite el cierre de la histórica planta de Lauki en Valladolid, y los trabajadores son cada vez más pesimistas ante esta posible venta de la fábrica, a pesar de que se existen al menos dos potenciales compradores, la empresa palentina Quesería Ibérica, y otra más de la que se desconoce su nombre. «Aunque fuera para hacer cacahuetes, me temo que no van a vender a nadie», lamentaba ayer el responsable del Comité de Empresa de Lauki, José Manuel González, molesto por las dificultades y trabas que está poniendo la multinacional francesa para adquirir esta planta vallisoletana.

Igualmente, González aseguraba como portavoz de los trabajadores que éstos creen que la opción de Quesería Ibérica es la mejor posicionada e insisten en que ésta no supone un competencia directa a Lactalis, requisito indispensable que la marca gala exige para la venta. Los trabajadores se concentraban ayer a las puertas de la planta como pistoletazo de salida a una serie de movilizaciones durante el próximo mes para seguir metiendo presión y tratar de evitar el cierre de la factoría y, con ello, un mazazo al sector que lácteo que afectaría a medio millar de trabajadores.